El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, se erigió ayer como el portavoz de todos los obispos españoles para confirmar que la Iglesia española está a favor de los indultos a los secesionistas golpistas. Con un alambicado lenguaje eclesiástico, Argüello reclamaba abandonar "actitudes inamovibles" para generar "un clima de amistad civil y de fraternidad". Sin embargo, lo que el portavoz presentó como la postura oficial de los obispos dista mucho de la verdadera opinión de los monseñores, que el pasado martes y miércoles mantuvieron una "tremenda discusión" sobre los indultos hasta el punto de que esa falta de acuerdo se zanjó con el compromiso de no publicar ninguna nota, ni a favor ni en contra, según publica hoy El Mundo.
La rueda de prensa que ofreció ayer Argüello ha provocado sorpresa y enfado mayúsculos entre muchos de los líderes católicos territoriales, que no han dudado en mostrar su desacuerdo con el portavoz de los obispos y su obsesión constante por no molestar al Gobierno socialista. Muchos monseñores, además de no compartir la opinión de sus homólogos catalanes, están preocupados de que las declaraciones de Argüello suponga una merma de la asignación tributaria a la Iglesia católica, es decir, que los fieles contrarios a los indultos dejen de marcar la casilla de la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta.
Entre las principales voces críticas está la del obispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chaves, que ha señalado que "normalmente en las situaciones de indulto se presupone que hay una petición, que hay un arrepentimiento y que hay un propósito de la enmienda" y se pregunta si se han dado estas circunstancias en el caso de los secesionistas del procés.
También el arzobispo de Oviedo, Monseñor Jesús Sanz Montes, ha publicado un artículo en ABC en el que afirma que "los indultos que un Gobierno puede estudiar y, eventualmente, conceder, tienen un itinerario que es claro en nuestro ordenamiento jurídico (…) y no se puede arbitrariamente conceder o negar desde un caprichoso uso y un interesado cálculo". Según apunta El Mundo, Sanz Montes fue el principal rival de Argüello en la última elección y también fue uno de los miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española que se opuso con más vehemencia al texto publicado por los obispos catalanes durante la reunión mantenida este pasado martes y miércoles.
Tremenda discusión en una tensa reunión
El pasado martes y miércoles se reunió la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, una cita a la que asisten todos los arzobispos metropolitanos y presidentes de comisiones episcopales. La tensión en el ambiente era evidente tras el apoyo de los obispos catalanes a los indultos. A esta circunstancia se suma el hecho de que Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, también presidente de los obispos españoles y auténtico artífice de esta operación, se ausentó del debate en Cataluña, pero no se desmarcó de la nota aprobada por los monseñores, según apunta El Mundo.
La reunión en Madrid estuvo marcada por una "tremenda discusión" entre los obispos españoles que no están de acuerdo con la opinión expresada desde la curia catalana. Finalmente se acordó no publicar ninguna nota, ni a favor ni en contra, acerca de los indultos y decidieron dejarlo en manos del portavoz, Argüello, que "ya sabría salir del trance con su proverbial mano izquierda con los medios", señala El Mundo.
De ahí el estupor generalizado entre los principales representantes territoriales de la Iglesia cuando vieron ayer aparecer en rueda de prensa a Argüello afirmando que los obispos españoles están a favor de la medida de gracia adoptada por el Gobierno. Los monseñores temen que los fieles dejen de marcar la casilla de la X a favor de la Iglesia en su Declaración de la Renta, especialmente teniendo en cuenta que el catolicismo predica que el perdón solo es posible con un dolor de los pecados y un propósito de enmienda y los nueve condenados secesionistas ya han manifestado su intención de reincidir.