El inspector de Policía, Manuel Morocho, continúa este viernes su declaración como testigo ante el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, para esclarecer las nuevas anotaciones encontradas al comisario José Villarejo en sus agendas, en el marco de la pieza sobre la operación Kitchen donde se investiga el espionaje al extesorero del PP, Luis Bárcenas.
Morocho ya declaró el pasado martes ante el juez y estuvo muy duro con el PP. En su comparecencia de más de 3 horas y media, aseguró que recibió "presiones" de la cúpula policial del Gobierno del Partido Popular para frenar investigaciones o para eliminar de sus informes nombres como el de Mariano Rajoy o María Dolores de Cospedal.
Fuentes policiales cercanas al inspector consultadas por Libertad Digital muestran su estupefacción por las declaraciones de Morocho: "Jamás denunció presiones ni nada parecido hasta que se inició la investigación de la operación Kitchen. Tendría que haber denunciado dichas presiones hace años, ha tenido muchas ocasiones de hacerlo. Primero ante los distintos instructores de Gürtel en la Audiencia Nacional, que han sido Baltasar Garzón, Pablo Ruz, José de la Mata y ahora Santiago Pedraz. También podría haberlo denunciado ante la Fiscalía".
Cabe destacar que Morocho lleva investigando el caso Gürtel desde el año 2007 y el caso de los papeles de Bárcenas desde el 2013, adscrito como policía judicial en el Juzgado de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional, en el que ahora es titular el magistrado Santiago Pedraz. También investigó la llamada operación Campeón que salpicó al exministro socialista José Blanco durante dos años, aunque finalmente el caso fue archivado.
Morocho ingresó en la Policía Nacional en 1999 y en 2006, ascendió a inspector. Su condición de licenciado en Económicas le facilitó su entrada en la UDEF. Las mismas fuentes consultadas por LD aseguran que aunque este inspector no es licenciado en Derecho, "sus informes están llenos de valoraciones jurídicas, interpretaciones y exageraciones. Por eso, sus superiores intentaron relavarle de su puesto y le ofrecieron un destino en Lisboa", afirman.
Uno de los informes de Morocho aseguró que "Luis el Cabrón", el seudónimo que aparecía anotada en la contabilidad "B" del cabecilla de Gürtel Francisco Correa, correspondía a Luis Bárcenas. Sin embargo, el propio Correa identificó a un amigo suyo empresario como al verdadero "Luis el Cabrón".
El propio Morocho aseguró el martes ante el juez que el comisario José Luis Olivera le quiso mandar a Lisboa tras recibir una llamada telefónica del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Según el inspector, él fue testigo presencial de la citada llamada. "Su relación con todos sus superiores en la UDEF ha sido siempre pésima, no sólo cuando gobernaba el Partido Popular", aseguran.
El inspector ha estado en los últimos años envuelto en la polémica. Algunos de sus compañeros no entienden por qué nunca solicitó al juez registrar la casa de Bárcenas o el chalé que este tenía en la estación de esquí de Baqueira Beret, en busca de pruebas para la investigación.
"Morocho ha estado imputado muchas veces y ha recibido querella por el carácter sesgado de sus informes, siempre contra el PP. Últimamente, ha sido investigado por un presunto delito de falsedad documental por un Juzgado de Madrid, tras la querella presentada por los cabecillas de Gürtel", apuntan. Concretamente, ha recibido ocho denuncias en los juzgados y Asuntos Internos le llegó a investigar como sospechoso de filtrar a la prensa sus informes.
Recordamos que Morocho ha sido condecorado en dos ocasiones. En el 2009, por el entonces ministro socialista de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y en el año 2013, por el ministro del PP, Jorge Fernández Díaz.
Su declaración en el Congreso en el 2017
El inspector de Policía, Manuel Morocho, compareció en la comisión de investigación del Congreso sobre la financiación irregular del PP, que tuvo lugar en la XII legislatura, concretamente el 7 de noviembre de 2017. Todavía gobernaba el PP. Fue preguntado en varias ocasiones si había sufrido presiones en la investigación de Gürtel y él afirmó que existían "discontinuidades" con sus superiores.
Posteriormente, le pedían que pusiera algún ejemplo de las "presiones" que había recibido y ésta era su respuesta: "En la Policía judicial es normal que se produzcan ciertas tensiones derivadas de diferentes formas de ver determinadas cuestiones y de poner de manifiesto otras. Los informes concretos elaborados en este procedimiento, antes de que vayan al Juzgado tienen que ser analizados y visionados por los responsables jerárquicos, y a veces hay diferencias de criterio respecto a las formas de exponer o de extraer determinadas inferencias de determinados documentos. Eso se produce".