Tras dos días de especulaciones, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abonado la idea de conceder los indultos a los 12 condenados del 1-O. Desde Bruselas, donde acude a la reunión del Consejo Europeo, el jefe del Ejecutivo español ha asegurado que "la decisión que tome estará basada en el diálogo, la concordia y el entendimiento en España y todas sus regiones basadas en la Constitución".
Tres palabras —diálogo, concordia y entendimiento— que formaban parte de la agenda del reencuentro que impulsó el presidente con la Cumbre de Pedralbes en su primera legislatura y con la mesa de diálogo con Cataluña en la segunda, lo cual supone una voluntad de pasar página sobre lo que el presidente cree que son "errores" que se han cometido por parte de todos.
Una posición de equidistancia entre los golpistas y los constitucionalistas que ilustra bien otra de las palabras utilizadas este martes por el presidente Sánchez, quien rechazó que la "venganza" se vaya a imponer en la decisión que tome el Consejo de Ministros.
Previamente a la declaración del presidente, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, aseguró que se tomará la decisión basada "en el interés general de todos los españoles y el interés general de España", pero eludió responder a la pregunta de si la concesión del indulto estará condicionada al reconocimiento del delito o el compromiso a no volver a delinquir.