La Delegación del Gobierno en Ceuta ha elevado a 7.000 el número de marroquíes que este sábado a mediodía ya habían sido expulsados o habían regresado a su país voluntariamente tras acceder irregularmente a la ciudad autónoma entre la madrugada del lunes y la tarde del miércoles.
En total, se estima que podrían haber entrado en España entre 8.000 y 10.000 inmigrantes irregulares. En los momentos de mayor presión, las autoridades calculan que llegaron a entrar bordeando el espigón marítimo del Tarajal hasta 90 personas por minuto.
El jueves, una vez extinguidos los intentos de entrada, las Fuerzas de Seguridad comenzaron a identificar a los inmigrantes por las calles con el objetivo de expulsar a los adultos, a quienes Marruecos se ha comprometido a admitir en grupos de hasta medio centenar de personas, para los que abre la frontera cada dos horas.
De la misma forma, los agentes comenzaron a gestionar la atención a los llamados menas (menores extranjeros no acompañados). Estos últimos ya están agrupados en un número que ronda los 800 entre las naves habilitadas en los polígonos del Tarajal, los módulos prefabricados del albergue provisional de Piniers y el Polideportivo Santa Amelia, aunque se calcula que cientos siguen deambulando por las calles, lo que obligará a habilitar nuevos espacios mientras las autonomías concretan el traslado y acogimiento de hasta 200 menas ya tutelados por la ciudad autónoma.
Más de 4.000 padres buscan a sus hijos
Además, el Gobierno ceutí se encuentra en estos momentos tratando de comprobar la veracidad de las miles de llamadas que han recibido por parte de padres marroquíes, que aseguran que sus hijos fueron engañados para viajar a España con la promesa de ver un partido de Cristiano Ronaldo.
"Hemos recibido más de 4.400 llamadas y estamos haciendo un trabajo incansable para tener cuanto antes los datos de estos menores y realizar la vuelta a su casa", reveló este viernes la vicepresidenta primera y consejera de Presidencia del Gobierno ceutí, Mabel Deu.
Según revelaba este jueves El Faro de Ceuta, las clases de Castillejos están vacías desde el lunes. Sólo acuden las niñas, ya que los pequeños huyeron a Ceuta con la promesa de poder asistir a un partido de fútbol en el que jugaría Cristiano Ronaldo. Al ver salir corriendo a los más mayores, los pequeños pensaron que se trataba de un juego o que iban de excursión y fueron detrás.
"Muchos vieron que iba gente corriendo, dijeron que habían abierto la frontera, que era como una fiesta, y se marcharon. El colegio ahora está vacío, sin niños, y los padres llorando", relataba una vecina al diario ceutí.