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Aragonès exhibe su discurso más duro para contentar a JxCat e Illa le ofrece su apoyo

El candidato republicano aboga por la "vía escocesa" y se compromete a "culminar la independencia".

El candidato republicano aboga por la "vía escocesa" y se compromete a "culminar la independencia".
Pere Aragonés durante su discurso en la sesión de investidura. | EFE

Pleno en el Parlament catalán para desencallar la legislatura e investir al aspirante republicano, Pere Aragonès. El segundo de Oriol Junqueras ha endurecido su discurso para evitar las críticas de los sectores unilateralistas del separatismo. Su objetivo es "presidir una Generalidad republicana para culminar la independencia". También pretende hacer "inevitable la autodeterminación y la amnistía".

El candidato ha centrado su intervención en los aspectos identitarios. Pretende despejar cualquier atisbo de duda. La legislatura será de choque, si bien con un margen para el diálogo durante los dos primeros años. Pero también ha reiterado los aspectos más verdes y feministas. Dice que la Generalidad republicana tiene que enarbolar las banderas del ecologismo y el feminismo, ser más social y democrática. Persigue la felicidad general, según ha dicho en estos términos: "Presento mi candidatura para construir un país que se fije como objetivo la felicidad de la ciudadanía, donde todos puedan desarrollar su proyecto de vida no sólo digno, sino feliz y en libertad".

Vía escocesa

Visiblemente relajado, Aragonès ha ahorrado a los diputados los farragosos discursos de las dos primeras sesiones fallidas de investidura. Sus guiños han ido dirigidos a Junts per Catalunya (JxCat). Ha asegurado que es partidario de la vía escocesa, un referéndum pactado con el Estado, pero ha dejado claro que su propósito es conseguir la independencia como sea.

El sector más beligerante del partido de Puigdemont considera que el pacto con ERC supone enterrar el "mandato del referéndum ilegal del 1-O" y asumir el marco autonómico. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, los diputados Francesc de Dalmases y Joan Canadell, la propia Elsa Artadi y el entorno más próximo de Carles Puigdemont no ocultan sus recelos, a pesar de que el acuerdo ha recibido la bendición de Waterloo entre otras razones porque JxCat ha conseguido todas las consejerías que pretendía, el control de los fondos europeos y mucho más del sesenta por ciento del presupuesto de la Generalidad.

Ofrecimiento de Illa

El dirigente del PSC Salvador Illa ha reprochado a Aragonès y sus socios que hayan aireado sus diferencias sin pudor. También le ha pedido que en vez de hablar de diálogo con el Estado trate de hablar con los catalanes y que admita que será "el máximo representante en Cataluña del Estado". Además, ha mostrado su sorpresa por el hecho de que en el acuerdo de gobierno no se hable ni una sola vez de España o de la financiación autonómica.

A pesar de todo y en salvaguarda de las buenas relaciones entre ERC y el PSOE, Illa ha ofrecido su apoyo al gobierno separatista "en todo aquello que no nos desdibuje como alternativa". En su réplica, Aragonès ha reiterado sus posiciones sobre el referéndum, ha pedido apoyo a Illa para acometer la autodeterminación y ha despreciado sus ofrecimientos en otras materias.

El portavoz de JxCat, Albert Batet, ha vinculado el apoyo de su partido a la investidura de Aragonès a la consecución de la independencia y ha destacado que "sólo un referéndum acordado con el Estado puede sustituir el mandato del 1-O". Aragonès ha agradecido su apoyo y ha prometido la máxima colaboración. El pleno continuará este viernes con las intervenciones del resto de los grupos y la votación que otorgará a ERC la presidencia de la Generalidad con un pacto de gobierno entre los dos principales partidos separatistas.

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