Marruecos ha causado esta semana un auténtico caos migratorio en Ceuta. Para ello, no ha tenido reparo en poner en peligro la vida de cientos de menores magrebíes. Este episodio ha vuelto a poner de manifiesto la absoluta falta de medios, tanto humanos como materiales, que hay en el lado español del perímetro fronterizo y que, esta vez, a través de una táctica de saturación, ha quedado más patente que nunca.
Los sindicatos de la Policía Nacional y las asociaciones profesionales de la Guardia Civil llevan años denunciando esta situación. Cada vez que hay una crisis, se decide mejorar alguna zona del perímetro o alguna de sus instalaciones, se envían refuerzos de manera provisional y, una vez que el problema sale de los medios de comunicación, la situación vuelve prácticamente a su estado anterior.
Los sindicatos policiales y las asociaciones profesionales de guardias civiles están coincidiendo en las últimas horas en que hace tiempo que la situación es insostenible tanto en la ciudad autónoma de Ceuta como en la de Melilla. Creen que ha llegado la hora de la verdad y que el Gobierno debe planificar un reforzamiento de la seguridad que aporte muchos más medios materiales y humanos.
JUPOL, el sindicato mayoritario de la Policía Nacional, y su asociación hermana en la Guardia Civil, JUCIL, se han atrevido a poner alguna cifras sobre la mesa. Según han dicho, por ejemplo, se necesitarían más de 500 antidisturbios para defender con seguridad los pasos fronterizos de Ceuta. Es decir, más del doble de los que hay ahora destinados a estos menesteres, cuya cifra se queda en unos 250 entre los de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Han destacado asimismo la necesidad de contar con más medios materiales y han denunciado que muchos de los que usan a diario están totalmente obsoletos. Han puesto dos ejemplos claros. El primero, el casco antidisturbios de un agente, al que esta madrugada se lo han partido casi en dos de una pedrada. Por el otro, una docena de vehículos patrulla nuevos que están almacenados en el puerto mientras se siguen usando coches viejos.
También que se les permita "utilizar los medios de los que disponen, aunque estén obsoletos, como pelotas de goma y sus defensas", ya que en muchas ocasiones sus mandos, presionados por los políticos, no les permiten utilizar el material antidisturbios para no generar imágenes que puedan molestar a la opinión pública.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) también se ha mostrado tajante sobre la necesidad de dotar de más medios a ambas ciudades: "No son problemas puntuales, más bien son problemas de seguridad que, año tras año, van en aumento y, si no se pone remedio, terminaran en desgracia".
"Gobierno tras Gobierno han llegado con buenos propósitos: dotaremos de más medios al personal, aumentaremos la plantilla, mejoraremos las condiciones laborales… pero estas promesas se meten en un cajón en cuanto termina la presión mediática o baja levemente la migratoria", denuncian desde la asociación.
En esta línea, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) recordaba ayer martes que los refuerzos enviados por Interior a Ceuta no deben hacer que se olvide "la precariedad permanente bajo la que trabajan de manera habitual los guardias civiles que vigilan la frontera" de Ceuta y Melilla.
"Porque faltan agentes y medios técnicos, pero también protocolos claros de actuación. Todo ello con el fin de que los guardias civiles no deban actuar como meros escudos humanos ante las avalanchas de personas que tratan de acceder de forma desesperada desde el otro lado de la frontera. Este refuerzo de medios y establecimiento de protocolos constituye la única vía de preservar de manera estable la seguridad personal, tanto de los agentes como de los migrantes", añadían.