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'El País' pide un 'cordón sanitario' contra Madrid y "encapsular" a los madrileños

El sanchismo después del tortazo de Madrid, hachazos fiscales y descontrol en la pandemia.

El sanchismo después del tortazo de Madrid, hachazos fiscales y descontrol en la pandemia.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ejerce su derecho al voto. | EFE

El Mundo

"Sánchez se desentiende del caos y empuja a las autonomías a penalizar a la hostelería". ¿Pero que le han hecho los hosteleros al presidente? Al final los bares serán los enterradores de Sánchez. Y es un sector muy grande, yo que él tendría más cuidado a la hora de vengarme por la paliza de Madrid.

Federico Jiménez Losantos habla del lío que ha montado el Gobierno con el estado de alarma. "El Gobierno Sánchez ha tenido un año para diseñar el ámbito legal de la lucha contra el virus, si es que de eso se trataba, el Estado de Alarma, pero ha culminado el asalto a nuestras libertades sin ningún criterio médico ni científico que lo respalde encargando a la perita en berberechos Carmen Calvo un decreto-ley que apenas nacido ya es un hito en la historia de las Ideas políticas: el Estado de Alarma se ha convertido en Alarma de Estado". Andan los "Tribunales Superiores de Justicia llevándose la contraria con la ferocidad de las guerras civiles murcianas en la República Cantonal: Bilbao contra Palma de Mallorca, Sevilla contra Tenerife, y lo que vendrá. Un Estado es la construcción jurídica que se da una comunidad política, pero España es ahora un circo de jueces sin leyes. ¿Cabe mayor aberración?". Los de Villateempujo de Arriba contra los de Villatempujo de Abajo.

Luis María Anson sale al rescate del caudillo Iglesias y le hace el homenaje al tirano caído que tanto pidió Lucía Méndez. Le convierte en un sufrido héroe, en la víctima que el personaje quiere ser e insulta a los que se niegan a caer en la hipocresía de alabar al mayor peligro para la democracia en 40 años. Anson dice que los defensores de la democracia son unos "miserables".

"Cuando se dio cuenta de que Podemos se haría extraparlamentario en la Asamblea de Madrid decidió abandonar la poltrona vicepresidencial y lanzarse a la refriega electoral". Ya, ya, pero primero intentó convencer a Irene, Garzón y Mayoral de que se inmolaran por él, pero no coló y le mandaron a freír espárragos.

"Iglesias es un profesor universitario con el que se puede hablar de arte y de literatura. Carga sobre los hombros un notable equipaje cultural y no se merece el linchamiento atroz al que algunos le han sometido". Sí, el equipaje cultural de Juego de Tronos. "No se lo merece porque, a diferencia de Sánchez, nunca engañó a nadie". Vamos, que como dijo claramente que se quería cargar la democracia, al Rey, la Constitución y envió matones a los mítines de los adversarios políticos tenemos que enviarle flores. Pues no, Anson, va a ser que no. Nunca le perdonaremos el daño que ha hecho.

El País

"La Fiscalía apoya los cierres territoriales locales, pero cuestiona el toque de queda". Jesús, qué follón ha montado Sánchez. La cosa está mas o menos así. El Gobierno andaluz ha pedido el cierre para "cuatro municipios —Castro del Río (Córdoba), Bornos y Villamartín (Cádiz) y Montefrío (Granada)— que superan una incidencia acumulada de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Mientras la Sala de lo Contencioso con sede en Sevilla ha avalado el cierre de los municipios de Córdoba y Cádiz, la de Granada se ha opuesto al de esa provincia". Desbarajuste total. Y luego se quejan de que la gente se salte las reglas en la calle.

El reportero más dicharachero de El País, Fernando Peinado, se ha atrevido a adentrarse en La Moraleja en busca de un voto a Pablo Iglesias, menos mal que iba protegido por la mascarilla. No lo ha encontrado, el pobre, pero a cambio ha conocido a una profesora súper maja, que no vive en el distrito pijo donde tiene su chabola Pedro Sánchez, y que votó "a Mónica". "Después de cinco años dando clases esta profesora se ha llevado algunas sorpresas gratificantes. Por ejemplo, el último día de la mujer invitó a las madres a que vistieran a sus hijas con alguna prenda morada y la mitad de la clase siguió su propuesta. Y también, con el visto bueno del claustro, ha empezado a leer recientemente cuentos en los que dos papás o dos mamás son protagonistas. Son ejemplos de que dentro de la zona que vota más a la derecha de todo Madrid hay gente que tiene la mente muy abierta". ¡En La Moraleja hay chicas que se visten de morado y leen cuentos de papás y mamas, ha llegado la revolución! Alguien debería mirar la mente de este hombre.

Llueven tornas al PP en el editorial. A Almeida por lo de Madrid Central. "Mientras las grandes ciudades occidentales avanzan sin titubeos hacia entornos urbanos más humanos y la reducción del tráfico contaminante, Madrid permanece incrustada en otro tiempo por las batallas libradas por un PP local que se sitúa en los márgenes extremos de la familia conservadora-liberal europea". Lo cierto es que Carmena hizo una chapuza y el Supremo lo ha tirado atrás, pero la verdad hace tiempo que ha dejado de importar en el panfleto sanchista.

También se abalanza contra el PP por los impuestos. "Después de que el FMI recomendara elevar la presión fiscal sobre personas con rentas altas y empresas con grandes beneficios, la OCDE sugirió ayer mejorar la recaudación en impuestos de sucesiones y donaciones. El PP madrileño mantiene en mínimos el segundo apartado, y quiere reducir el primero: quizá consideren progresismo extremo también los planteamientos del FMI y la OCDE", dice queriendo ser irónico sin conseguir más que trasladar su mala leche tras el triunfo de Ayuso.

Y también escupe a Ayuso por su premiada gestión de la pandemia. "El PP madrileño va desacompasado de los planteamientos del mismo partido en otros territorios españoles. Tras el triunfo de Isabel Díaz Ayuso, la tentación de ahondar en este excepcionalismo será grande. Mucho mejor —para el país y para el propio partido— sería que estos planteamientos ultraliberales se encapsularan en Madrid y el PP optara por una senda de conservadurismo verde, fiscalmente moderado, menos retórico y más pragmático". Dos conclusiones. El vocero de Sánchez es ahora quien dicta qué es lo mejor para el país y para el PP. Y otra, que el periódico que se pasó la campaña hablando de la payasada del nacionalismo madrileño quiere echar a Madrid de España con una especie de cordón sanitario.

Hoy escribe Antonio Caño, director de este periódico antes de que el Ibex lo entregara al sanchismo más radical. "Lo más parecido al trumpismo que se ha visto en nuestro país es lo ocurrido con la izquierda en los últimos tres años", primera en la frente. "Los resultados de Madrid muestran con rotunda claridad el divorcio entre esa izquierda —la de los niñes y los fascistas— y los electores" y "ese fenómeno no se circunscribe a la comunidad madrileña". Bien ahí, Caño. El fracaso de la izquierda "supone también el fracaso de la coalición en la que se sostiene el Gobierno de la nación. Esa coalición, frágil y artificial desde su precipitado nacimiento, resulta hoy insostenible". "Esa alianza es incapaz de otorgar a España la estabilidad que se requiere para hacer frente a los gigantescos desafíos en el horizonte. Más aún, cuando esa coalición requiere para legislar del apoyo de una amalgama de fuerzas anticonstitucionales". El insensato Sánchez, como le llamó Caño.

Cree Antonio Caño que es necesario un acuerdo entre PSOE y PP, pero no se engaña. "Los primeros pasos dados tras los resultados en Madrid no inducen, sin embargo, al optimismo. Tras insultar a los electores —otro gesto de arrogancia trumpista—, el Gobierno se ha dedicado a engrasar las piezas del Frankenstein, con la absurda esperanza de que la sustitución de un impopular vicepresidente por una mujer más simpática, pero de la misma ideología, será suficiente para mantener al engendro con vida un par de años más, sin querer reparar en el hecho de que es toda la mayoría de la moción de censura, con su presidente a la cabeza, la que en este momento encuentra la desaprobación de los españoles". Y también pide un debate en el PSOE, que también descarta de antemano. "Se requiere un debate interno del que el PSOE de hoy, rendido a su líder —otro signo trumpista— carece". ¿Por qué no vuelve este hombre sensato a la dirección de El País? Sería un gran servicio a España del que fue un gran periódico antes de convertirse en un panfleto sanchista lleno de odio.

Pepa Bueno demuestra que la vuelta al sentido común en el periódico está lejos. "Desaparecido Iglesias, y con los restos que quedan de Podemos en las manos institucionales de Yolanda Díaz, desaparece también la machacona simetría de los extremos con la que sus comentaristas han amparado la relación del PP con Vox allí donde lo ha necesitado para gobernar". ¿Cómo que desaparece? Yolanda Díaz es una comunista confesa —una extravagancia en Europa—, impuesta por Pablo Iglesias como heredera. Lo que la hace diferente es el gasto en peluquería. Bueno, y que llegar al grado de agresividad del caudillo es imposible.

Señor Caño, con un periódico echado al monte de la ultraizqierda, me temo que no será posible la concordia que reclama.

ABC

"Alarma en el Gobierno ante el efecto en sus planes de una repetición electoral en Cataluña". Tanto volem votar, tanto volem votar que van a estar votando cada tres meses.

Ignacio Camacho dice que "el gran objetivo actual del gabinete de propaganda del Gobierno consiste en convencer a los españoles de que la subida de impuestos no es una subida de impuestos". "O al menos, como eso va a resultar un poco difícil, de que es por nuestro bien". Mientras, Yolanda Díaz anuncia "a todo trapo el retorno imparable de la política de gasto. Al menos ya vamos sabiendo cómo piensan financiarlo". A costa de nuestros bolsillos, hay que pagar los sueldazos del inmenso Gobierno de Sánchez. Como dice Luis Ventoso "indultar a Junqueras y compañía y crujir a las clases medias a impuestos sería la mejor campaña electoral con que pueda soñar Casado". Lo tienes fácil, Pablo, solo tienes que dejar hacer a Sánchez.

La Razón

"La vía para indultar a Junqueras: la UE no entiende que haya políticos presos". "Conscientes de que la aplicación de medidas de gracia cuando no ha habido el menor gesto, ya no de arrepentimiento, sino de autocrítica por el daño causado a la sociedad catalana, rota su unidad civil, no será entendido por la mayoría del electorado socialista, será difícil que el Gobierno acabe aceptando que aquellos graves delitos forman parte del pasado", dice el editorial. De aquí a dos años ni Dios se acordará del indulto. No serán los indultos los que hagan caer a Sánchez.

Porque, como dice Marhuenda, Sánchez no va a adelantar elecciones. "¿Tiene algún sentido convocar elecciones este año? La realidad es que sería absurdo, porque le conviene ganar tiempo. Es lo que juega claramente a su favor. Nada más contraproducente que ir a las urnas en un momento en que el PP, según las encuestas, se encuentra en una buena posición. Es muy aventurado asegurar el cambio de ciclo". Si hemos logrado echar a Pablo Iglesias también caerá el sanchismo tarde o temprano. No hay que desanimarse.

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