Un nuevo frente judicial e internacional se ha abierto para el Gobierno de Pedro Sánchez, después de que se haya localizado al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ingresado en un hospital de Logroño para tratarse de la covid-19.
Ghali junto a otros miembros del Frente Polisario y a oficiales argelinos tiene causas pendientes con la justicia española. El titular del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, investiga dos querellas por delitos de asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas, desapariciones y lesa humanidad.
Las citadas querellas fueron presentadas por la Asociación Saharahui para la Defensa de los Derechos Humanos ASADEDH y por el bloguero español de origen saharaui, Fadel Mihdi Breica. De hecho, el juez Pedraz tiene previsto tomar declaración a Ghali el próximo 1 de junio si su estado de salud lo permite.
En declaraciones a Libertad Digital, el presidente de ASADEDH, Ramdan Mesaud, asegura que "es un escándalo que el Gobierno haya introducido a Brahim Ghali con una identidad falsa en España a través del aeropuerto de Zaragoza y éste haya ingresado después en un hospital de Logroño con el objetivo de ocultar su presencia en el país teniendo pendientes causas de lesa humanidad".
El Ministerio de Exteriores de Arancha González Laya ya confirmó la presencia de Ghali en nuestro territorio tras ser identificado y alegó que era "por razones humanitarias". No obstante, la actuación del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha provocado un gran malestar entre las autoridades marroquíes. De hecho, el ministro de Exteriores, Naser Burita, llegó a preguntar a España si deseaba "sacrificar su relación bilateral" por el caso de Ghali.
"El día 21 de abril nos enteramos de que Ghali estaba en España. Hemos solicitado al juez Pedraz que le retiren el pasaporte y le mantengan vigilado para no eludir sus causas pendientes con la justicia por tercera vez, ya se libró de comparecer en dos ocasiones previas. Tiene que declarar por los delitos que cometió en los campamentos de Tinduf (Argelia) entre 1974 y 1978 contra ciudadanos españoles. El juez tiene en sus manos varios dosieres de médicos forenses que cifran en 103 las víctimas", afirma Ramdan Mesaud.
En los últimos días, ASADEDH ha enviado sendas cartas al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, a la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados y a los principales partidos solicitando la creación de una Comisión de Investigación para depurar las responsabilidades y saber la verdad sobre la entrada de Ghali en España.
La querella de Fadel Mihdi Breica
La segunda querella contra el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que investiga el juez Pedraz fue presentada por el bloguero Fadel Mihdi Breica, que estuvo preso en una cárcel del Polisario.
La querella narra que Breica, que llegó en marzo de 2019 a los campamentos polisarios de Tinduf (Argelia), fue "sometido a amenazas" para que los abandonase "por parte de agentes del Frente Polisario, que le acusaban de traidor". Había organizado varios actos "contrarios a la línea oficial del Frente Polisario" y una manifestación el 17 de junio de ese año.
"Al día siguiente fue detenido por efectivos militares del Frente Polisario y trasladado a varios lugares de detención indeterminados. Durante su privación de libertad fue sometido a golpes y descargas eléctricas, manteniéndole con los ojos vendados y manos y pies atados. Llegó a emprender una huelga de hambre. Tras meses de detención, fue liberado el 10 de octubre de 2019", apunta la citada querella.
En declaraciones a LD, el propio Fadel Mihdi Breica mantiene su fe "en la justicia" y apunta que los delitos perpetrados por Ghali son "delitos contra los derechos humanos, la UE y la propia justicia española". "No es serio que Ghali entre en España con un nombre falso por el aeropuerto de Zaragoza y sea trasladado a 170 kilómetros a un hospital de Logroño. Ghali es el que manda y el jefe de todo, de un grupo terrorista. Respeto su situación como enfermo, pero en cuanto le den el alta debe declarar ante el juez", concluye Breica.