El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Sànchez, ha negado todas las acusaciones de ERC sobre la pretensión de controlar el Govern de la Generalidad a través del Consell per la República de Puigdemont y tutelar a Pere Aragonès desde Waterloo. Según Sànchez, su partido nunca ha pretendido tal cosa, sino establecer una dirección colegiada de todos los actores del independentismo que marque los pasos a seguir, tanto en el Congreso como en el Parlament.
Los neoconvergentes han encajado el anuncio de ERC de que pretende gobernar en solitario con escepticismo. Sànchez cree que todavía hay tiempo para seguir negociando y que los argumentos de ERC para romper las conversaciones no se sostienen. "Nos ha sorprendido la determinación del vicepresidente Aragonès cuando rompe las negociaciones y nos conmina a cederles los votos. Nos hubiera gustado que esa contundencia la hubiera tenido con Pedro Sánchez durante los dos años que han pasado desde que le facilitaron la investidura y no se ha avanzado nada".
Sànchez ha asegurado que ERC no puede renunciar a un gobierno de coalición en plena ofensiva, según ha dicho, del sistema judicial. El dirigente separatista ha aludido a las últimas iniciativas judiciales, con especial mención al Tribunal de Cuentas, para asegurar que "quieren arruinar la vida de quienes se han dedicado profesionalmente a servir al país" y que "los represaliados, los perseguidos, los investigados no se merecen que Cataluña no tenga un gobierno de unidad independentista".
"Continuamos emplazando a ERC a trabajar para avanzar en la construcción de un acuerdo de legislatura y aplicar el mandato del 1-O" ha insistido Sànchez. No obstante, también ha contemplado la hipótesis de que finalmente no haya un acuerdo. En ese contexto, ha explicado que estudiarían ceder el voto de cuatro diputados para investir a Aragonès siempre que llegue a un acuerdo con la CUP y los comunes, dando a entender que el PSC queda excluido de ese marco. "No especularemos con la repetición electoral", ha dicho, pero ha evitado garantizar con contundencia que apoyarán una investidura de Aragonès para que ERC gobierne en solitario.
JxCat no da por cerradas las conversaciones con ERC y desdeña los argumentos republicanos sobre los 83 días que han pasado desde las elecciones y los 18 que faltan para el final del plazo para llegar a un acuerdo. "No entendemos que 83 días sean tantos y dos años tan poco", ha insistido Sànchez en alusión al acuerdo de ERC con el Gobierno con el que en su opinión el independentismo no ha conseguido nada.
Reproches de Puigdemont a ERC
Sànchez ha hecho estas declaraciones desde la cárcel en el cierre del congreso extraordinario de JxCat, un acto en el que también ha participado de forma telemática Puigdemont, quien ha evitado referirse de manera explícita al anuncio de ERC. Sin embargo, ha aludido al partido de Junqueras al afirmar que "algunos querrían que no existiéramos" y "somos imprescindibles para que Cataluña alcance la independencia". También ha censurado la pretensión de los republicanos de darse un plazo de dos años para dialogar con el Gobierno. "Las necesidades de Cataluña no las puede resolver el Estado español, que más bien provoca que esas necesidades se cronifiquen", ha advertido Puigdemont en un alegato contra la estrategia republicana de mantener la mesa de diálogo con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. También ha dicho que "en campaña fuimos muy claros y lo saben", en lo que se debe interpretar como otro mensaje dirigido a ERC y a la intención de JxCat de abogar por una legislatura de choque desde el primer momento.