El líder de Vox, Santiago Abascal, ha censurado este viernes la intención del Gobierno de implantar peajes en las carreteras españolas, hecho que considera de una "gravedad extraordinaria", por lo que ha llamado a una "gran movilización social" para impedirlo.
En una entrevista en Telecinco, Abascal ha insistido en que su partido se opone frontalmente a esta propuesta que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, por entender que afecta a los españoles más desfavorecidos.
Para el dirigente de Vox, lo que hay que hacer es "rebajar los impuestos y el gigantesco coste de la industria política: acabar con las subvenciones a partidos políticos, a sindicatos y a organizaciones patronales", además de reducir el gasto asociado a las autonomías.
En cuanto a las elecciones autonómicas de Madrid, Abascal ha reconocido que, aunque esperaban unos mejores resultados, están "realmente satisfechos" porque han logrado su objetivo político y social: "Evitar el asalto comunista a la Comunidad de Madrid".
El líder de Vox ha garantizado que apoyarán la investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta "a cambio de nada", antes de recordar que su formación no ha exigido la entrada en su gobierno y que tampoco ha recibido ninguna información formal sobre esa posibilidad.
Ha contrastado la "mano tendida" de Ayuso con la actitud del líder del PP, Pablo Casado, quien, según ha dicho, se ha lanzado "a propagar -después de las elecciones- la mentira contra Vox", al decir que la moción de censura que presentó su partido ha tenido como consecuencia que el Partido Popular haya duplicado los resultados en Madrid y que ellos solo hayan logrado sumar un escaño.
Preguntado por el sorpasso de Mas Madrid al PSOE, Abascal lo ha atribuido a que los socialistas "se han entregado al extremismo desde hace tiempo y poco a poco le ha devorado", además de haber hecho una "campaña caótica y contradictoria".
Ha recordado que pasaron de decir que no pactarían con Podemos a decirle a Pablo Iglesias -al que ha definido como un contratista de matones por enviar a sus empleados a reventar el acto de Vox en Vallecas- que tenían 12 días para ganar a la derecha.