Ha sido sin duda la polémica de la semana. Las presuntas amenazas de muerte que el exvicepresidente del gobierno y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, sufrió este jueves tras recibir en el Ministerio del Interior un paquete con balas de CETME y una nota amenazante contra él y su familia. Sin embargo, después de conocerse los hechos han surgido serias dudas en torno a todo lo que los ha rodeado.
El primero en poner en solfa y abrir interrogantes sobre lo acaecido ha sido Vox. La postura del partido de Santiago Abascal quedó clara en boca de Rocío Monasterio en el debate electoral que se celebró este viernes en la Cadena SER y que terminó con Iglesias abandonando el estudio y anunciando que no va a volver a participar en ningún debate con la candidata de este partido. A pesar de ello, este sábado Vox y Santiago Abascal han vuelto a insistir en su desconfianza, y lo hacen en base a las informaciones que hemos ido conociendo sobre los protocolos que Correos utiliza y que precisamente evitan que ocurran casos como éste.
Y es que los centros de tratamiento escanean todos los paquetes enviados en nuestro país para detectar cargas explosivas. Este procedimiento pasa toda la correspondencia tanto en el ámbito internacional como dentro de España. En el caso de los que llegan desde fuera de nuestras fronteras, además de estar vigilados por la Guardia Civil, cuentan también con vigilancia privada contratada por las compañías aéreas de transporte de mercancías.
Se han detectado en otras ocasiones
El caso de Iglesias no es desde luego, el primero en ocurrir en la historia reciente de España y al contrario que ahora sí fueron detectados por el servicio de Correos. En el año 2013, el que fuera vicesecretario general de Política Autonómica del PP, Javier Arenas, recibió una carta anónima con una bala dirigida a su despacho en la sede popular de Génova 13. Sin embargo fue interceptada por los escáneres de Correos que informaron a la Policía. Dos años después, en 2015, se repetían los mismos hechos con la que fuera alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
En aquella ocasión, hace más de un lustro, los protocolos y la metodología de los servicios postales de España ya funcionaban correctamente e impidieron que pasaran los controles, algo que ahora denuncia Iglesias.
Narcotráfico
En casos de narcotráfico, los sistemas de Correos también han evitado delitos. En 2020 se detectaron varios sobres de bellotas de hachís, marihuana y cocaína que tampoco pasaron los controles pertinentes. Ocurrió en Granada y en Jerez. En ambos casos los escáneres detectaron de inmediato los envíos ilegales.
Ahora, años después de que el engranaje del sistema postal/policial venga funcionando a la perfección, parece que o bien los sistemas de Correos han fallado de repente o bien hay alguna pieza del puzzle que —por enésima vez—, no encaja.