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La izquierda, eufórica con "los envíos de balas y el happening de teatro pánico de la SER"

La izquierda, la ultraizquierda y la SER tensionan al máximo la campaña, como hicieron en las generales del 2004 tras el 11-M.

La izquierda, la ultraizquierda y la SER tensionan al máximo la campaña, como hicieron en las generales del 2004 tras el 11-M.
Rocío Monasterio y Pablo Iglesias, en el debate de la SER. | EFE

El Mundo

"Isabel Díaz Ayuso confía en poder gobernar sin Vox pero teme más crispación". Con Pablo Iglesias hay que estar preparado para cualquier cosa, ya sabíamos que machoman venía a liarla parda. Y como siempre, con la Cadena Ser por medio.

A Federico Jiménez Losantos le ha "conmovido" "el desfile de las Brigadas Rojas de Tele5, con Jorge Javier a la cabeza y del bracete de Fray Cromañón Gabilondo, para defender Madrid del fascismo". "A veces, uno pasa al lado del semejante que sufre y, enfrascado en lo propio, no ve su dolor. Eso me ha pasado con gente a la que creí afortunada y vivía sometida a una atroz dictadura desde hace 26 años, los que lleva mandando la Derecha en Madrid", ironiza con la campaña de la izquierda.

"Pero la mayor víctima del fascismo madrileño es Pablo Iglesias. Ha pasado de lampante a vicepresidente del Gobierno y millonario, siempre ha defendido la violencia como arma revolucionaria, a la ETA, a Alfon, a Hasel, a los de Alsasua, a los CDR y lleva en su lista a una condenada por agresión y a la escrachadora de Villacís. Y se presenta en la SER haciéndose la víctima de Vox, a los que él manda apedrear. Y jura que le enviaron al Ministerio del Interior (!) con Marlaska y Gámez, los tres mejores amigos de Otegui, una temible carta por correo con balas de CETME de los 50, que no detectó ningún escáner. Irían envueltas en tres capas de calzoncillos". Que curiosamente llegaron a las manos de Iglesias. Todo muy curioso. Qué casualidad que le manden cartas en medio de la campaña, qué casualidad que siempre sea la SER la que tensione una campaña, demasiadas casualidades.

Iñaki Gil dice que "en la cuadrilla, ecuánimes siempre, nunca equidistantes, condenamos cualquier amenaza a un cargo público, vaya acompañada de balas o no. Por eso, vemos con desagrado los compadreos con Otegi, amigo de los que remitían la bala a la nuca". Balas de verdad, Pablo, balas de verdad. Deja de sobreactuar.

"La campaña electoral de Madrid ha desembocado, después de los envíos de balas y el happening de teatro pánico de la SER, en una metáfora de la guerra civil", dice Raúl del Pozo. Se veía venir, es lo que hace la izquierda siempre que puede perder unas elecciones. Y quemarán las calles de Madrid como no ganen, ojo a la semana del 4 de mayo.

"Recojo cada día los partes de guerra de los estados mayores. Me dicen en la Puerta del Sol: 'Los socialistas han cambiado a Sánchez por Jorge Javier Vázquez. Ahora quieren convertir la campaña en un debate sobre la democracia. Hace años que no hay una sola dictadura de derechas en todo el mundo. Las dictaduras salvajes que hay son de izquierdas. Y estos nos hablan democracia. Venga ya'. Desde el PSOE me explican: 'La campaña ha cambiado de signo. Ya está donde queríamos. Nuestro mensaje es el triunfo de la democracia frente al odio. Estamos cada vez más cerca de ver el cambio en Madrid'. ¿Con el dictador bolivariano Pablo Iglesias como representante de la democracia? No va a colar.

El País

"La estrategia frente a Vox diferencia a Casado y Ayuso". Miro la fecha. Sí, es de hoy, como lo repiten todos los días una ya se confunde. "El PP teme que el Gobierno de Madrid dependa de los ultras y condicione la aspiración centrista de su líder". Es la manera de El País de amenazar a Casado, un amedrentamiento de manual en este periódico. Saben que el presidente del PP es muy impresionable.

"Mientras el líder del PP condenó "sin matices" la carta al exvicepresidente, distanciándose del partido ultra, la presidenta de Madrid secundó su declaración de repulsa, pero insinuó que la culpa era de Iglesias ("No puede ser que quienes provocan la violencia luego se hagan los ofendidos", opinó)". Este periódico justificó la violencia de Vallecas y acusó a Abascal de provocarla. Y las pedradas a Vox eran de verdad, no de papel.

"Lo importante son las elecciones. Luego vendrá la formación de Gobierno. Y si Vox es decisivo para el PP, como indican los sondeos, Casado y Díaz Ayuso estarán en una incómoda posición". Primero, Vox ha dicho por activa y por pasiva que no tiene ninguna intención de entrar en el Gobierno de Madrid. Y segundo, Sánchez ha metido a los ultras de Podemos en el Gobierno de la nación y ha pactado con los herederos de ETA y los golpistas catalanas. Esa sí que es una incómoda posición. "La campaña se ha reducido a una cuestión: Ultraderecha o democracia". Iglesias o democracia.

Almudena Grandes se queja de que "para que un partido sea considerado democrático, basta con que se presente a unas elecciones, aunque sus palabras, su ideario, su programa, resulten intrínsecamente totalitarios". Cierto, no hay mas que ver como Podemos, que no tiene nada de democrático campa a sus anchas en el Gobierno.

"Los dirigentes de Vox son como esos niños chulos de patio de colegio que hacen y deshacen a su antojo porque saben que sus hermanos mayores siempre llegarán a tiempo para defenderlos a puñetazo limpio. Y así hemos llegado hasta aquí. Vox, temeroso de no entrar en la Asamblea, moviliza a los suyos a base de provocaciones, aplicando la táctica favorita de los fascismos clásicos, y logra radicalizar a quienes van de moderados". La izquierda y la ultraizquierda han radicalizado esta campaña desde el principio. Intentaron hasta robarle a Ayuso sus competencias para convocar elecciones y robar a los madrileños el derecho al voto con una moción ilegal. Y aún queda una semana, agárrense que vienen curvas.

ABC

"Las tres cartas con 7 balas se echaron al buzón a la vez pero llegaron en días consecutivos a la DGC y a Interior". Qué curioso, oye, precisamente a Iglesias, que vive rodeado de policías.

También Girauta se acuerda de las elecciones tras el 11-M. "En 2014, Iglesias se adjudicó este dudoso mérito: [El ‘pásalo’] que provocó "el asedio a las sedes del PP y la violación masiva de la jornada de reflexión en las elecciones generales de 2004". Así que estamos curados de espanto, nos esperemos de todo.

"¿Debió expresarse de otro modo Rocío Monasterio respecto a la carta con balas dirigida a Iglesias? Sí, porque limitarse a condenar ‘toda la violencia’ para dudar de lo que se denuncia es un subterfugio patentado por la izquierda". O sea, que Iglesias tiene derecho a instigar la violencia, alentarla y justificarla, pero los demás tienen que poner la otra mejilla.

Y es que, como dice Luis Ventoso, "es una coña ver a Sánchez, el candidato del PSOE en Madrid, lanzando acalorados avisos en un mitin contra el peligrosísimo extremismo de su socorrida ‘ultraderecha’. ‘¡Basta!’, clamaba alborotado. De lo que realmente basta es de padecer a un presidente de España con todo su tinglado sostenido por los peores enemigos de España". Podemos, ETA y los golpistas. Y nos viene pidiendo las sales por Vox.

La Razón

"La izquierda se moviliza (poco)". Los numeritos para crear tensión les suelen dar resultado.

Dice el editorial que los montajes de la izquierda "han resituado la campaña en los bajos instintos, en la violencia, la confrontación, el enfrentamiento, la revancha, la cólera y el odio hacia esa parte de la sociedad que no acepta o se rebela contra la neurosis de lo políticamente correcto y la superioridad moral". "Se ha decidido revisitar o resucitar el añejo y rancio discurso del miedo, con el guerracivilismo y, obviamente, con el fantasmón del fascismo, que es todo aquello que no es izquierda". "Cabe esperar una recta final crispada en la que Díaz Ayuso hará bien en no caer en provocaciones ni distracciones". Que esté preparada, la izquierda es capaz de cualquier cosa.

Marhuenda cree que "lo que estamos viviendo en estas elecciones no tiene parangón. Los términos democracia y comunismo son incompatibles, pero esto lo podemos extender al resto de aditamentos ideológicos del confuso conglomerado de Podemos donde encontramos, además, antisistema y anticapitalistas. El presidente del gobierno aseguró ayer que 'la democracia tiene un problema' al normalizar a la ultraderecha. Es más, considera que Vox es una amenaza. No aplica el mismo criterio a sus socios de Podemos, ERC o Bildu que coinciden en el objetivo de destruir España, aunque por razones diferentes". Podemos "no son demócratas", y no lo esconden. ¿Es que hay alguien que mire a Pablo Iglesias y vea un demócrata?

Dice Sabino Méndez que "los radicales se vienen arriba y entienden que cuanto más tensen la cuerda de los relatos excesivos y delirantes que aterroricen al público, más podrán segar la hierba bajo los pies de sus moderados más cercanos. Así que estas dos semanas vamos a oír verdaderos delirios, presenciar sobreactuaciones airadas, reproches sicilianos y apocalipsis de estar por casa". Ya lo dijo Zapatero, nos conviene tensionar.

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