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Puigdemont borra a Torra de la promoción de los libros del partido para Sant Jordi

El expresidente fugado purga al expresidente inhabilitado: su libro no existe para Junts per Catalunya.

El presidente de la Generalidad, Quim Torra. | EFE

Las relaciones entre Carles Puigdemont y Quim Torra más que frías son inexistentes. El experimento no le salió bien a Puigdemont, que pensó que Torra sería un títere dócil en vez de una peonza con criterio propio. Ya antes de su inhabilitación, Torra había dado muestras de distanciamiento con Puigdemont y con el partido, Junts per Catalunya (JxCat). El inhabilitado pretende pasar por alguien ajeno a la política tradicional aunque no ha renunciado a ninguna de las regalías de los expresidentes catalanes, que disponen de despacho, chófer, escoltas, secretarias, funcionarios a su servicio y un sueldo prácticamente idéntico al que tenía en ejercicio. Y Puigdemont no perdona la traición.

Así es que Torra ya quedó excluido de la campaña electoral, se vetó su ingreso en el partido y ahora su libro no consta entre los que JxCat recomienda para la festividad de "Sant Jordi". En el escaparte del partido separatista figura la abundante producción "literaria" al hilo del golpe de Estado. Desde las reflexiones del fugado a los escritos carcelarios de los que se creyeron aquello que dijo Puigdemont antes de darse a la fuga: "Nos vemos el lunes en los despachos".

También hay libros de familiares de los encarcelados, poemas y ensayos de los consejeros sobre sus visiones de Cataluña, pero ni rastro del último libro de Torra, Les hores greus (Las horas graves), donde pone a caldo a los dirigentes de ERC, desliza veladas críticas contra los que fueran consejeros de su cuerda y admite que no pudo cumplir con el "mandato del 1-O". Si bien la culpa no fue suya. Así lo cuenta Torra: "Si hubiéramos seguido una línea recta, si realmente hubiésemos querido cumplir el mandato del 1 de Octubre... Me pasan por la cabeza imágenes de las peleas permanentes de todos contra todos. No estaba preparado para la crueldad de la política catalana. Puede que tampoco tuviera la ambición y la fuerza necesarias. Pero yo creía que íbamos a hacer la independencia y no la guerra entre nosotros. Es absolutamente necesario que lo más pronto posible superemos todas estas desconfianzas para poder avanzar de una vez por todas. Por esto, ahora no puede más que sentir una gran decepción. Tener la oportunidad de presidir el país y no haber podido avanzar, no haber sido capaz de saltar los obstáculos que unos y otros iban poniendo. ¡Qué decepción!".

Sea como fuere, JxCat ha pasado página de Torra, que no es uno de los suyos.

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