Rosa Díez en #OrganizandoLaResistencia en Es la Mañana de Federico ha recordado lo que decía la semana pasada sobre los ataques contra Vox: "Esos violentos sin Sánchez no son nada" algo que "ha quedado evidente tras el discurso de Sánchez en el Congreso". Díez reconoce que "de Sánchez ya no sorprende nada" pero "impacta que el presidente de España en sede parlamentaria le diga al principal líder de la oposición que ha ido al Congreso a montar bronca porque está haciendo su trabajo constitucional de hacer oposición".
Una acusación que Sánchez también lanzó contra el tercer partido, Vox, al decirle a Abascal "que fue a Vallecas a montar bronca". Rosa Díez ha contado que le "recordó a la película Z de Costa Gavras donde los violentos están amparados por las autoridades". Porque la gravedad no es que haya violentos sino que éstos "estén protegidos e impulsados por quienes tienen que proteger a los ciudadanos para ejercer su derecho de expresarse en la plaza pública".
Precisamente "ese es el modelo de sociedad que quieren Sánchez e Iglesias". A los que aseguraban que la radicalidad del Gobierno se debía a Iglesias les ha recordado que "ya no está en el Gobierno, pero ¿ha cambiado algo el Gobierno? Alguien creía que el problema de la radicalización era Iglesias que era el que azuzaba a Sánchez". Sin embargo, ese argumento quedó desmontado "claramente el miércoles cuando vimos a Sánchez en la tribuna del Congreso queriendo liquidar a la oposición".
Rosa Díez se ha preguntado "qué puede salir bien en un país cuando el presidente del Gobierno instiga la violencia contra la oposición". Una semana en la que también hemos visto a Pedro Sánchez reivindicar la Segunda República. "Ese inicio de la intervención de Sánchez es un ejemplo de un psicópata" porque "en un momento en el que España tiene 100.000 muertos por la pandemia, millones de personas paradas, 2 millones de autónomos con actividad suspendida, más de un millón en ERTE y centenares de personas que nunca habían ido a la cola del hambre" llega Sánchez "con absoluto desprecio al dolor de la gente para hablar del pasado luminoso de la Segunda República".
Esa intervención, añade Díez, "es para provocar y desviar la atención" y que "la oposición se enzarce con eso en lugar de pedir explicaciones sobre cómo se van a repartir los fondos de Europa".