Vox comprendió desde el primer momento la trascendencia de las elecciones en Madrid, no sólo por su influencia en la política nacional y la batalla que libran derecha e izquierda, sino por los perfiles de candidatos como Pablo Iglesias y la presencia del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para arropar a Ángel Gabilondo.
Santiago Abascal tomó inmediatamente las riendas del 4-M como director de campaña, cerró de forma simbólica la lista electoral que encabeza Rocío Monasterio y decidió acompañar a su candidata todos los días, protagonizando hasta dos actos diarios, que se convertirán en tres durante la campaña, según trasladan fuentes del partido.
La formación al completo se volcará para intentar obtener los mejores resultados posibles con el objetivo no sólo de sumar con el PP de Isabel Díaz Ayuso para impedir un gobierno de izquierdas, sino de mantener la tendencia al alza que vienen registrando desde que obtuvieron 52 diputados, como ha quedado demostrado en las elecciones catalanas o en las encuestas que se vienen publicando a nivel nacional desde la moción de censura contra Pedro Sánchez.
Cuatro caravanas electorales
Fuentes del partido aseguran a Libertad Digital que los principales rostros de Vox participarán en la contienda durante los quince días de campaña. Habrá hasta cuatro caravanas electorales, incluida la de Santiago Abascal y Rocío Monasterio. "Vamos a pisar toda la Comunidad, iremos a todos los pueblos", aseguran desde el partido recordando que lo ocurrido en Vallecas no va a frenarles.
Javier Ortega, Macarena Olona, Jorge Buxadé e, incluso, Ignacio Garriga, protagonizarán paseos, mesas informativas, mítines o encuentros con la prensa todos los días que restan hasta el 4-M. Buxadé y Garriga compartirán vehículo y se turnarán en los actos para no faltar a sus compromisos en el Parlamento europeo y el Parlamento catalán, respectivamente.
El partido pretende visitar un total de 160 municipios y 21 distritos de Madrid. Abascal y Monasterio se dejarán ver en casi medio centenar de localidades madrileñas para intentar mejorar el resultado que obtuvieron en 2019, cuando sumaron 12 diputados con un 8,9% de los votos.
Las encuestas internas realizadas antes del acto en Vallecas les situaban por encima del 10% de apoyos y los 16 o 17 diputados, muy lejos de algunos sondeos que ponen en duda su entrada en la Asamblea y que el partido desprecia asegurando que se trata de "intoxicaciones interesadas".
En cualquier caso, casi ningún sondeo recoge una mejora significativa de sus resultados, algo que no preocupa en la formación ya que, según recuerdan algunos dirigentes, "las campañas ahora cuentan" y siempre mejoran sus expectativas en la recta final, cuando precisamente ya no se pueden publicar encuestas.
La movilización en la calle
Una de las principales bazas de Vox es su capacidad de movilización en la calle, como ha quedado demostrado en los actos que han protagonizado Abascal y Monasterio, reuniendo a miles de personas, tanto en municipios del sur y el este de Madrid (San Fernando de Henares o Getafe) como en el norte (Pozuelo o El Escorial).
Después de un año sin poder celebrar mítines por las restricciones de la pandemia, convocando sólo manifestaciones en coche o actos online, la formación ha desbordado todas las previsiones a pesar de estar todavía en precampaña, congregando en algunos casos a más de 2.000 personas, a pesar del temor que en un principio pudo infundir entre sus simpatizantes acudir a los actos del partido después de lo ocurrido en Vallecas.
Imágenes que recuerdan a la situación pre pandemia y que incluso rememoran los orígenes del partido con un Santiago Abascal dirigiéndose a sus simpatizantes, megáfono en mano, como hizo hace seis años subido a un banco en Sevilla, aunque con la salvedad de estar rodeado, esta vez sí, por miles de personas.