El que fuera magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, se ha implicado personalmente en la defensa del comisario Enrique García Castaño conocido como el Gordo en el marco del caso Villarejo. Una intervención que compromete a su actual pareja, Dolores Delgado, que fue ministra de Justicia y actualmente es la fiscal general del Estado. Ambos se han visto directamente salpicados en esta macrocausa en dos ocasiones.
El despacho de abogados de Garzón, ILOCAD, defiende también en el caso al ex director adjunto operativo de la Policía (DAO), Eugenio Pino. Sin embargo, siempre se ha negado que el exmagistrado tuviera participación directa en la defensa de ambos mandos policiales. Garzón fundó ILOCAD tras ser condenado por el Tribunal Supremo a 11 años de inhabilitación por un delito de prevaricación al ordenar escuchas ilegales en el caso Gürtel.
Libertad Digital publica un audio que prueba la intervención directa de Garzón en este caso. Se trata de la declaración de Enrique García Castaño, tras ser detenido el 11 de julio de 2018 por presuntos delitos de revelación de secretos, organización criminal y blanqueo de capitales. El arresto fue ordenado por los entonces fiscales Anticorrupción de la causa, Ignacio Stampa y Miguel Serrano.
Dos días después en su comparecencia ante el entonces magistrado de refuerzo del Juzgado Central del Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Diego de Egea, García Castaño afirmaba: "Yo con los señores fiscales estoy a su disposición para lo que quieran".
Uno de los fiscales le contestaba entonces que, si el investigado quería, podía contestar sus preguntas al terminar el interrogatorio con el juez. No obstante, el magistrado instructor aclaraba que el abogado oficial del despacho ILOCAD de García Castaño, Aitor Martínez, ya había especificado que "no" contestaría a los fiscales Anticorrupción.
En ese momento, el letrado oficial de este mando policial apunta: "En ese sentido quería aclarar algo. No es una decisión del señor García Castaño que tiene toda la disposición a colaborar, pero ya fue a colaborar con los señores fiscales y no quisieron su colaboración. Semanas después se le detuvo en una detención que consideramos irregular. La decisión no es ni siquiera mía, es del director de nuestro despacho (Baltasar Garzón) que no quiere que se articule a día de hoy ninguna respuesta a preguntas del Ministerio Fiscal, por la mala fe que se mostró al no quererle tomar declaración en su momento".
El abogado oficial de García Castaño insiste en su afirmación: "Simplemente es para explicar que la decisión no es del señor García Castaño, él quiere de hecho contestar a las preguntas".
El magistrado De Egea se dirige entonces al investigado: "La declaración es suya. Puede hacer lo que quiera. Ahora bien, ha escuchado a su letrado. La estrategia que mantiene es no contestar a las preguntas del fiscal. Ahora, yo no soy quién para decirle a usted que no conteste. Yo le voy a dar luego la palabra y dice sí o no. ¿Entendido? Yo sigo entonces con mi preguntas".
Es decir, el letrado oficial de García Castaño reconoce que el propio Garzón había dado órdenes directas para no contestar a los fiscales Anticorrupción. Tal y como publicó LD, Delgado debía abstenerse en las causas donde esté personado el despacho de abogados de Garzón, pero es que en este caso concreto, el audio que publica este diario demuestra además que la intervención del exmagistrado fue directa y sus intereses en la causa son evidentes. A pesar de ello, Delgado tomó una decisión clave en el caso Villarejo: apartar a uno de los dos fiscales que investigaban los hechos.
El tándem Delgado-Garzón, comprometido
Recordamos que Dolores Delgado y Baltasar Garzón se han visto salpicados directamente en el caso Villarejo en dos ocasiones. En primer lugar, cuando se publicaron los audios de la famosa comida en el restaurante Rianxo en Madrid en octubre de 2009. En ella, estuvieron presentes el comisario Villarejo, Delgado, Garzón y otros 4 importantes mandos policiales. Durante la comida, Delgado se refería a Fernando Grande-Marlaska como "maricón". En otro momento, Villarejo relataba sus técnicas para conseguir información utilizando un prostíbulo que calificaba como "información vaginal". Delgado apostillaba: "Éxito garantizado".
En segundo lugar, Garzón y Delgado se vieron involucrados en la frustrada extradición a Guatemala del empresario Ángel Pérez-Maura tras el supuesto cobro de 10 millones de euros por parte del comisario Villarejo. Estos hechos se investigan en una pieza separada de la macrocausa. Ambos negaron los hechos.
Aunque los audios del restaurante Rianxo no estaban en el procedimiento cuando se publicaron, Delgado responsabilizó a los fiscales Anticorrupción de su filtración. Además, estos también acreditaron internamente que no pudieron filtrar la información sobre Pérez-Maura. A pesar de ello, Delgado conseguía apartar de Anticorrupción al fiscal Ignacio Stampa el pasado mes de octubre. Un mes después, Delgado aseguraba no sentirse "concernida" y que no debía abstenerse en el caso Villarejo por el hecho de que su pareja Garzón defendiera a dos investigados en la causa.