El presidente del Tribunal Constitucional, el conservador Juan José González Rivas, está "presionando" a los magistrados del Alto Tribunal para mantener al progresista Cándido Conde-Pumpido en la causa sobre el golpe del 1-O.
Tal y como desveló LD, Conde-Pumpido está obligado a "abstenerse" en la causa tras una intervención en el Congreso en noviembre de 2017, en la que se refirió implícitamente a los delitos de sedición o malversación. Por ello, los condenados por el golpe han pedido su recusación. Hace apenas mes y medio, el magistrado conservador, Antonio Narváez, decidía apartarse de esta causa tras otra petición de recusación por unas declaraciones similares sobre el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Fuentes del Tribunal Constitucional consultadas por Libertad Digital muestran su "perplejidad" por el respaldo que está brindando González Rivas a Conde-Pumpido. "Está presionando a los magistrados del Alto Tribunal para que el Constitucional no se fracture, apelando a su responsabilidad para salvar a Pumpido y no apartarle de la causa", aseguran.
"González Rivas está mostrando una doble vara de medir respecto a Narváez que puede perjudicar su aspiración a convertirse en presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. Está ligando sus expectativas laborales e institucionales a las de Conde-Pumpido. Por su parte, el propio Conde-Pumpido no quiere quedar marcado por su supuesta falta de imparcialidad de cara a sus aspiraciones para presidir el Tribunal Constitucional en el futuro", sostienen.
Las mismas fuentes consultadas por este diario aseguran que "Conde-Pumpido también está presionando a sus compañeros para que le apoyen y mantenerse así en la causa sobre el 1-O, afirmando que su caso es diferente al del magistrado Narváez. "No obstante", añaden, "tiene muy difícil continuar, ya que se si no se aparta él, el resto de magistrados del TC puede instarle a que se abstenga".
Recordamos que Conde-Pumpido fue fiscal general del Estado con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Durante su mandato como fiscal general, afirmó en pleno alto el fuego de la banda terrorista ETA que "el vuelo de las togas de los fiscales no eludirá el contacto con el polvo del camino" y que si bien la aproximación del Ministerio Público a la realidad social debe ser imparcial, no puede ser ajena a ella. Actualmente, coordina todas las sentencias sobre el golpe del 1-O en el Tribunal Constitucional.
Pumpido "más explícito" que Narváez
La petición de recusación contra el magistrado del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, presentada por la defensa del expresidente catalán fugado, Carles Puigdemont, considera que en sus declaraciones en el Congreso de los Diputados en noviembre de 2017 sobre el 1-O fue "incluso más explícito" que el magistrado Antonio Narváez.
Según el escrito de recusación, "los tipos penales de rebelión y sedición son los únicos de todo el Código Penal que requieren de un alzamiento" y "la exégesis llevada a cabo por Conde-Pumpido de esa sentencia, presentándola como soporte para una imputación por los tipos penales de rebelión y de sedición, pone de manifiesto su parcialidad. Y, en particular, que ya en aquel momento tenía formada una posición sobre la responsabilidad penal de los recurrentes en amparo".
Por su parte, la defensa del exvicepresidente de la Generalidad, Oriol Junqueras y del exconsejero catalán, Raül Romeva, pedían que se aparte Conde-Pumpido por no ser un magistrado "neutral", ni "imparcial". Para Junqueras y Romeva, en dicha conferencia habría "hecho pública una toma de posición previa sobre el contenido de la controversia que se discute en el presente procedimiento de amparo". La petición de recusación también ha sido secundada por el resto de golpistas del 1-O condenados como Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Josep Rull, Jordi Turrull o Carme Forcadell.