Las diputadas del Parlament acaparan muchas más propiedades que sus colegas varones. El listado de las potentadas inmobiliarias está encabezado por la diputada socialista Helena Bayo, directora de orquesta que fue la primera en estar al frente de la Ópera de Estambul. En excedencia del Institut del Teatre (un ente académico dependiente de la Diputación de Barcelona) y concejala en Badalona, Bayo declara la posesión íntegra de dos viviendas por un valor catastral de 666.236 euros, la mitad de otra vivienda cuyo valor catastral es de 44.000 euros, así como el 33,33% de dos viviendas más que suman un valor catastral de 167.656,18 euros.
Bayo también declara dos garajes por un valor de 48.000 euros, el 25% de una finca rústica valorada en 15.000 euros y el 33,33% de un inmueble categorizado como "otros inmuebles urbanos" cuyo valor catastral es de 1.371.171,86 euros.
Los inmuebles que posee al 33% son fruto de herencias, mientras que el resto (todos al 100% menos una vivienda al 50% y la finca de la que posee el 25%) son fruto de compraventas llevadas a cabo entre 2005 y 2017.
El siguiente puesto en el listado de grandes propietarias corresponde a la diputada de ERC Maria Jesús Viña, que declara poseer 6 viviendas, un local, dos garajes y 19 fincas rústicas. Sin embargo, el valor catastral de todos estos bienes es de 293.615 euros, muy lejos de las cantidades relativas a la diputada Bayo. La también republicana Anna Caula, ex seleccionadora española de baloncesto, declara seis viviendas con un valor total de 540.000 euros. La número dos de ERC, Laura Vilagrà también muestra un notable poderío inmobiliario, con once propiedades, diez de ellas por herencia, valoradas en 404.801 euros.
Quien también puede presumir de patrimonio, pero más en calidad que en cantidad, es la diputada socialista Assumpta Escarp, que declara poseer dos viviendas al cincuenta por ciento cuyo valor catastral es de 1.101.328 euros. A eso se debe sumar los 79.202 euros que declara en cuenta corriente, los 228.854 en fondos de inversión y/o títulos públicos y los 154.154 en planes de pensiones o asimilados.
Dolors Sabater, la cabeza de lista de la CUP, declara poseer la mitad de una vivienda valorada en 38.344,39 euros. Destaca de su declaración que posee participaciones de entre el 9,72% y el 8,69% en un inmueble urbano y seis fincas rústicas cuyo valor supera el millón de euros.
El primer hombre en aparecer en el listado de los grandes propietarios es el posconvergente Jaume Alonso Cuevillas, que declara tres viviendas que suman 627.063 euros. Cuevillas, ex decano del Colegio de Abogados de Barcelona y que antes de entrar en política formó parte del equipo jurídico del prófugo Puigdemont, declara un plan de pensiones con 213.000 euros, 5.974 euros en la cuenta corriente y tres hipotecas en las que debe 188.872, 114.501 y 291.295 euros
En cuanto a dinero en cuenta corriente, el diputado que más declara es Roger Torrent, el expresidente republicano de la cámara, con 250.000 euros. Le sigue Joan Carles Gallego, de En Comú Podem, ex secretario general de CCOO en Cataluña, con 150.000. Gallego no declara vivienda alguna.
En el capítulo de los "insolventes" se sitúan diputados como el republicano Ruben Wagensberg, cuya ficha de bienes está vacía, Ignacio Garriga, que sólo declara poseer 3.000 euros en cuenta corriente, Carlos Carrizosa, con 5.000, o el posconvergente Albert Batet, con diez mil. Ninguno de ellos tiene propiedad inmobiliaria alguna a su nombre. Otro caso curioso es el del republicano Ferran Estruch, que carece de vivienda pero declara un préstamo hipotecario con una deuda de 39.680 euros. También debe 8.091 euros de un préstamo personal. Y todo ello con tan sólo 3.000 euros en cuenta.