La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha concedido un último premio al teniente general del Aire Miguel Ángel Villarroya, que ha sido unos de sus hombres de confianza en los últimos años en dos cargos de la máxima relevancia. Primero, como director técnico de su gabinete. Más tarde, como máximo responsable operativo de las Fuerzas Armadas, ocupando el puesto de Jefe del Estado Mayor Mayor de la Defensa (JEMAD).
Un premio que ha sido publicado este martes en el Boletín Oficial de la Defensa (BOD). Se trata, ni más ni menos, que del puesto de consejero de Defensa en la Misión Observadora Permanente de España ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y asesor para Asuntos de Seguridad Hemisférica. Sin embargo, no será con carácter inmediato, ya que no tomará posesión de su nuevo puesto en Washington (Estados Unidos) hasta el próximo 26 de abril.
Un periodo que hace que discurran los tres meses protocolarios establecidos entre que abandonó su puesto de JEMAD y su primer destino como militar en la reserva. Un puesto que estaba pendiente de sustitución desde que a mediados del pasado mes de enero se acabase el mandato de tres años del general de División en la reserva Luis Antonio Ruiz de Gordoa, que se mantiene en el puesto desde entonces de manera transitoria a espera de su relevo.
El teniente general Villarroya dimitió como JEMAD el 23 de enero después de que se filtrase que él y otros altos cargos del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) habían recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. El general siempre mantuvo que se vacunó siguiendo los protocolos establecidos por el Ministerio de Defensa, pero el departamento de Robles consideró que se había saltado ese mismo protocolo.