El panorama se complica y ensombrece para los dirigentes separatistas encarcelados por el golpe de Estado. Revocado el tercer grado por segunda vez, confiaban en una pronta resolución de los expedientes de los indultos. En público, reclaman la amnistía y este miércoles presentaran en el Congreso de los Diputados una propuesta conjunta ERC, JxCat y la CUP a favor de la "solución política", pero en privado calculaban estar en la calle para primavera por la vía del indulto.
En sus cálculos no figuraban las últimas maniobras que están marcando la política nacional y por encima de todas, la convocatoria electoral en Madrid. Ante esa cita, dan por perdida la posibilidad de que el Gobierno dé luz verde a sus indultos antes del 4 de mayo, fecha en la que están citados los madrileños en las urnas.
También lamentan la salida del Ejecutivo de Pablo Iglesias, su principal aliado en el gabinete de Sánchez y el miembro del Consejo de Ministros que más había presionado a favor de una salida rápida para los golpistas, tanto los presos como los fugados. En ERC y en JxCat creen que la salida de Iglesias no ayudará precisamente a agilizar sus expedientes.
Otro de los elementos que se dan por perdidos hasta que pasen las elecciones de Madrid es la "mesa de diálogo", un instrumento de relación bilateral entre el Gobierno y el Ejecutivo autonómico catalán que los independentistas querían reunir nada más arbitrar un nuevo Govern. Las negociaciones sobre el gobierno regional avanzan lentamente pero se da por supuesto que en un mes ya habrá un equipo operativo al frente de la Generalidad. Y su primera intención era mantener una reunión con el Gobierno para vender de nuevo la autodeterminación como única salida al conflicto planteado por el separatismo.
No podrá ser por culpa de las elecciones madrileñas, cuyo impacto en la política catalana será mucho mayor del que se podría pensar a priori.