El Mundo
"Iglesias planta a Sánchez para disputarle el poder desde Madrid". Tocotoc, tocotoc, tocotoc, el Gran Machote de España se encaja la armadura, eleva la espada y, con un golpe en el pecho, monta en su caballo para lanzarse al campo de batalla contra la malvada, antes tonta del bote, Isabel Díaz Ayuso, y someter al rebelde pueblo de Madrid, dejando a la familia al cuidado del amo y señor. Vuelve El Hombre.
Dice el editorial que "no es posible entender el inesperado movimiento de Pablo Iglesias sin tener en cuenta su visión de la política como una actividad dirigida esencialmente a la conquista del poder. Al asalto, por utilizar sus propias palabras". Lo intentaron primero con un golpe institucional, que, joder, ya estoy mayor y en Galapagar, con coche oficial y mando en plaza no se estaba tan mal. Pero si hay que pelear solo puedo hacerlo YO.
"El líder de Podemos volverá a lo único que ha demostrado saber hacer: polarizar el debate político y social a través de la demagogia ideológica, como dejó claro ayer al llamar "trumpistas", "delincuentes" y "criminales" a los líderes de la derecha, un anticipo del tono guerracivilista que tratará de imponer hasta el día de las elecciones". Esto va a ser un espectáculo gore, con todas las televisiones a su servicio.
"Más que un ofrecimiento, Iglesias lanzó ayer una opa no demasiado amistosa a Más Madrid, que tendrá muy difícil zafarse del amenazante abrazo del oso". Le dio un tortazo a Errejín, quita de ahí, que ya vengo yo y pegó un empujón a la candidata Mónica García y a Clara Serra. Las mujeres, a la cocina. Ya les daré un cargo para que se entretengan como hice con mi mujer. Aquí mando yo y todos os arrodilláis a mi paso.
"Pedro: Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución en Moncloa y me despido de ti y de los compañeros". "Otras tierras reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de España y llegó la hora de separarnos". "En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el fascismo donde quiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura", como tener que dejar a mi querida esposa y mis amados hijos en el casoplón del marquesado de Galapagar y a doña Irene con su ministerio. El suspiro de alivio de la marquesa se oye hasta en la Cochinchina. ¿Pues no le instó a acompañarle en la batalla y dejar su cómodo palacio? No, querido esposo, ve tú, yo solo sería un estorbo. Te esperaré aquí con la niñera cuidando de tus hijos.
"Digo una vez más que libero a Moncloa de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será especialmente para ti", en referencia Pedro, no a Irene.
"Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte! Te abraza con todo fervor revolucionario. Pablito Eché". Dicho esto, se dio un fuerte golpe en el pecho (le tuvo que doler) y se lanzó a las teles que el patrón ha puesto a su servicio para dar una lección a la única mujer que se ha atrevido a decir que no es no.
Jorge Bustos dice ante la machada de Iglesias que es como él se ve. "Un toro bravo que languidecía en ese tedioso corral" de Moncloa.
"Nunca le agradecerá lo suficiente a su antigua compañera de tertulia, su paisana Isabel Díaz Ayuso, que le haya brindado la oportunidad de regresar a la adrenalina del combate". Me aburro un poco en el Consejo de Ministros, ahí os dejo a mi fiel sirvienta Yolanda y a mi querida esposa cuidando de mis posesiones.
"En su vídeo preelectoral, el guerrillero de Galapagar recalienta su plato favorito, que es ese cuento tan bonito de la guerra civil que su papá le contaba una y otra vez". "Llama a la derecha "criminal" y al mismo tiempo agiganta a Ayuso, a la que concede la dignidad suprema de enfrentarse a él, macho alfa del antifascismo español". Y Ayuso responde, la muy cachonda, que España le debe una por sacarle de Moncloa. Si también le envías al asilo, España te deberá la vida.
"Como quien se despide de los suyos cuando es llamado a filas por el destino manifiesto de la lucha contra el fascismo, el guerrero besa a la fiel esposa y deja a Yolanda Díaz al cuidado de la casa", que Irene no vale para nada si no está él para tutelarla.
Dejando al lado al regalo de los relatos épicos que el moñas les ha hecho a los columnistas, dice Bustos que "Iglesias hace esto porque tiene una casa que pagar y un sueldo en Moncloa que no tenía garantizado. Garantizarse una atalaya desde donde seguir cobrando sin dejar de disparar. Ya solo falta saber cómo reciben sus abandonadas bases al hijo pródigo". Puf, Pablo. Te vas a encontrar un Madrid bastante diferente al que dejaste. Un Madrid devastado por el virus, con los hosteleros y los comerciantes arruinándose mientras tú y tu familia vivíais como marqueses. Enfermos que no tuvieron acceso a las PCR que gastó tu mujer sin medida. A lo mejor te encuentras que Madrid te recibe a pedradas.
Leyre Iglesias dice que "la bomba de Pablo Iglesias vuelve a cambiarlo todo. La izquierda se movilizará más, pero lo que quedase del centro y de la derecha no especialmente ayusistas irá a votar en tromba por ella. El líder de Podemos le ha dado la campaña hecha". Como si los madrileños no estuvieran ya lo bastante motivados, viene este engreído a movilizarlos más. "El vicepresidente la considera tan peligrosa que deja el puesto que más había ansiado para combatirla cuerpo a cuerpo". Quién iba a decir que Ayuso la tonta les iba a meter el miedo en el cuerpo. La cosa está así: "O Iglesias o Ayuso". Y cuidado con las teles a las que el gobierno riega con el dinero de todos para llevar al altar al candidato venezolano. Mucho ojo.
El País
Está El País conmocionado. Ya tienen una edad, no está uno para estos trotes. "Iglesias deja la política nacional para dar la batalla en Madrid". Bueno, bueno, el 5 de mayo ya estará reclamando su sillón. Otra interpretación de Carlos Cué es que "Iglesias intenta salvar a Podemos en Madrid antes de dejar el liderazgo". El marqués al rescate. Errejón, no sirves para nada, tenéis que aprender de mí. A estas horas, la actualidad va a un ritmo de infarto, Más Madrid ya le ha respondido: vete a tomar por saco, machista chulo playa, no nos hace falta tu tutela.
Cuenta Cué que intentó convencer a Alberto Garzón para que aceptara ser el candidato, pero el comunista le mandó a paseo. Si quieres hacer de Quijote a desfacer entuertos vas tú, listo, a mí me mola más el ministerio que me has puesto. "Será un honor ocupar un puesto en el que ahora puedo ser más útil, como madrileño y como antifascista", dijo este enfermo narcisista, lo más fascista que ha conocido la política española en 40 años. "Propongo a Más Madrid una candidatura única, aunque seamos espacios diferentes. Sé que no va a ser fácil y que hay cicatrices, pero nos estamos jugando mucho". Naturalmente, mandando yo. Eso no se discute.
En una entrevista en La Sexta, dijo que "estaría dispuesto a ir de número dos de García, si los inscritos quieren". Pero en Podemos ya tienen bastante experiencia con lo que significan para Pablo los inscritos. Los inscritos dicen lo que yo diga y punto.
El editorial, lejos queda esa seguridad con la que despreciaban, insultaban y desacreditaban a la loca Ayuso, suelta el rollo de todos los días. "La victoria en Madrid es una cuestión existencial para el PP; pero lograrla con el discurso de Ayuso significará la probable muerte de la apuesta de moderación del líder del partido, Pablo Casado". Qué pesados. Como no encuentren argumentos algo más frescos, van apañados. Están totalmente descolocados.
ABC
"Iglesias se lanza contra Ayuso y abre la pugna con Sánchez". "La izquierda violenta vuelve a la calle: más radicales, organizados y contra Díaz Ayuso". Lo de siempre, lo que no ganan en las urnas lo quieren ganar en la calle o en los despachos. Más votos para Ayuso.
"El líder de Podemos se superó en frivolidad, abandona el Gobierno y encabezará la candidatura más extremista en Madrid", dice el editorial. Dice que "nada hay de sacrificio personal en Iglesias. Al revés. Su afán de notoriedad es obsesivo". Está como las maracas de Machín. La semana pasada no se llevó un titular a la boca, Errejón le quitó el protagonismo con la moción de censura, su papel en lo de Murcia y Madrid fue irrelevante y se dijo: esto no puede ser, tengo que hacer algo. "Su objetivo es convulsionar la calle, recuperar la amenaza de una ‘alerta antifascista’ y generar una agitación radicalizada. Su estado natural es la barricada, el guerracivilismo incendiario". Pues nada, aquí le esperamos.
"Iglesias se ha autoproclamado candidato sin primarias, con ese supremacismo prepotente que le caracteriza, y despreciando a Íñigo Errejón, a quien ha planteado la absorción de Más Madrid como un trágala, sin más". Pero esta vez Errejón le ha puesto en su sitio.
Luis Ventoso cree que "Iglesias, nocivo, pero nunca tonto, lo ha olido y ha elegido seguir jugando a la política en la liga madrileña. Lo tiene difícil. Los españoles ya lo han calado. Lo probable es que pierda su referéndum con Ayuso". Hace tiempo que no pisa la calle y no sabe el rechazo y asco que despiertan él y su cortijo.
Rosa Belmonte dice que "de lo que anda sobrado Iglesias es de un gran concepto de sí mismo. Si no, cómo se le ocurre lanzarse a combatir a Ayuso, digo al fascismo. Ayuso se crece en la iglesiedad". E Ignacio Camacho cree que "Ayuso tiene hecha la campaña. Le han puesto enfrente el rival que soñaba; Gabilondo era un rival demasiado civilizado para una batalla a bayoneta calada. Así nadie se va a distraer: Madrid es el escenario simbólico y decisivo que anticipará el destino de España. Derecha contra izquierda, polarización, trincheras. Y tal vez Iglesias acabe asomándose a alguna de las residencias que dejó abandonadas en lo más crudo de la pandemia". Hombre, Ignacio, no te pases, los ancianos le pueden recibir a garrotazos.
Isabel San Sebastián dice que "tal es el terror que le inspira la figura carismática de Díaz Ayuso, que el mismísimo vicepresidente del Gobierno ha decidido encabezar el lance, dispuesto a vencer o morir". Le sobreestimáis, si pierde volverá a Moncloa.
Pero esto es serio. "En esta batalla no habrá heridos. O gana la lideresa popular con una mayoría lo suficientemente holgada como para formar un Ejecutivo de progreso y bienestar, o se impone el fundador de Podemos y convierte a la locomotora de España en una réplica a escala de la Venezuela chavista. La magnitud de la apuesta no admite términos medios. El próximo 4 de mayo los madrileños nos jugamos la libertad frente al comunismo, y la única forma segura de cortar el paso al podemita es concentrar todo el voto liberal en la única candidata capaz de salir victoriosa del trance; es decir, Díaz Ayuso". "En manos de los madrileños está expulsar a ese personaje siniestro de la política patria o convertirlo en nuestro déspota". ¿Y no se puede trasladar la fecha al 2 de mayo, que además es fiesta? La costurera Ayuso convertida en Manuela Malasaña contra las tropas del Napoleón de Galapagar. Y como estamos en 2021 le cambiamos el final para reparar el pasado y que Manuela no muera, claro.
La Razón
"Iglesias planta a Sánchez para sobrevivir a Podemos". Dice el editorial que Iglesias "agranda la figura de su rival como medio de engrandecer la propia. O dicho de otra forma, una Isabel Díaz Ayuso convertida en paradigma de la maldad del dragón liberal que obliga a un campeón, como en los romances medievales, a dar la batalla por el bien". Pero como un cencerro, está el colega.
Marhuenda dice que "no hay duda de que Iglesias tiene un alto concepto de sí mismo". Pero vamos, más allá del cielo. "Ese amor eterno e incondicional hace que se considere una especie de Superman de la política que todo lo puede", que sin él no somos nada.
"Es una consecuencia de su concepción mesiánica y de un narcisismo característico de los líderes comunistas". Yo no sé si es típico de los comunistas, pero que este necesita un psiquiatra, lo tengo claro.
"Iglesias se ve como un caudillo liberador que tiene las soluciones que necesita Madrid y para ello se enfrentará a la malvada Ayuso, como si fuera un episodio de Juego de Tronos, para frenar a la derecha".
"Tras el anuncio del vicepresidente, no tengo ninguna duda de que su soberbia ha hecho un gran favor a Ayuso, porque movilizará al centro derecha ante el temor de repetir en Madrid un gobierno socialista-comunista. En contrapartida, no creo que Iglesias sea atractivo para la izquierda como hace unos años. El paso del tiempo le sienta muy mal". Más bien el paso por Galapagar, el paso por las moquetas, el paso por ser el mejor aliado de indepes y bilduetarras, el paso por el coche oficial, el paso por encima de la gente. Todos los pasos, vaya.
"Vuelve Pablo. Vuelve el hombre como un efluvio de abrótano macho o un guantazo de Brummel", dice Valdeón. A ver si el guantazo se lo damos a él y le mandamos directito a su querido Caracas. "Con su entrada en campaña Iglesias hace bueno un lema, socialismo o libertad, que muchos habíamos juzgado extremado". A Ayuso le ha venido Dios a ver. O Iglesias, que para él es lo mismo.