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Sánchez exige a Casado que "no vete" a Rosell y De Prada, "profesionales de gran valía"

Improvisa una comparecencia en Moncloa para presionar al PP esquivando el veto de Podemos a Alejandro Abascal, el juez del caso Dina.

Tras dos meses desde su última comparecencia en Moncloa, el balance de fin de año el 29 de diciembre, y casi un año sin ruedas de prensa presenciales, el presidente del Gobierno improvisó este viernes una florida intervención en el complejo gubernamental al aire libre y rodeado de cerezos en flor en las escalinatas de Moncloa. Con la excusa del Consejo Europeo, Pedro Sánchez utilizó el complejo gubernamental para arrojar presión sobre el líder del PP en relación a la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

Sánchez exigió a Casado "que elimine los vetos" y se abra al acuerdo de manera definitiva y no mostrando voluntad o bloqueo en función de "los días pares y los impares". El jefe del Ejecutivo aseguró que "el Gobierno no plantea vetos", a pesar de que sus socios de Podemos rechazan al juez del caso Dina, Alejandro Abascal, mientras plantean como condición sine qua non a la ex diputada morada Victoria Rosell y el juez de la Gürtel, José Ricardo de Prada.

El presidente fue preguntado hasta en cuatro ocasiones por estos dos nombres y si el Gobierno estaría dispuesto a renunciar a ellos en aras del acuerdo pero Sánchez dio a entender que Rosell y De Prada cuentan también con su visto bueno. Sin mencionarlos directamente, se refirió a ellos como "personas con una gran valía profesional" ante la que no caben los vetos por parte del PP.

Una cuestión a la que se refirió el presidente Sánchez en la intervención inicial sin siquiera ser preguntado al respecto destilando una impostada frustración tras encallar las negociaciones este jueves: "Pensamos que por fin que podíamos decir que se había acabado el bloqueo y que había llegado el aire fresco del acuerdo". E hizo un alegato en favor del acuerdo como "única victoria duradera" para la que "hay que tener más coraje que en el enfrentamiento" y que obliga a las partes a "sacrificar algo para llegar a acuerdos" como "el precio que tenemos que pagar para que todos tengamos una victoria".

Sin embargo, el presidente hizo suyos los nombres que proponen sus socios de Podemos, Rosell y Prada, tienen la certeza de que van a tener que sacrificar algo para llegar acuerdos. Y deslizó un sutil mensaje al PP como demostración de que ya han aceptado a Podemos en la negociación de forma indirecta, en contra de lo dicho el pasado lunes el secretario general del PP, Teodoro García-Egea.

"El acuerdo de RTVE es una plasmación del consenso que no se alcanzaba desde hace casi 15 años, se dice pronto.... Todas las partes cedimos en nuestras pretensiones iniciales. Cada cual ha cedido algo sin vetos. Es el primer paso pero es obvio que necesitamos dar muchos más y no se entiende que el PP siga el bloqueo" cuando "desde el Gobierno hemos dado todos los pasos. No se entiende el actual bloqueo. Cuando se ha demostrado el acuerdo es posible aún tiene menos sentido el actual bloqueo".

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