La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha referido este jueves a la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de prohibir las manifestaciones del 8-M. En un acto organizado por Comisiones Obreras por el Día de la Mujer, Montero ha lamentado que haya quienes quieren "negar" la calle a las mujeres, "el derecho a la calle que tanto nos costó conseguir, la calle para estudiar, la calle para trabajar, la calle para reivindicar y conquistar derechos".
"Como miembro del Gobierno lógicamente estoy obligada a cumplir escrupulosamente con las indicaciones de las autoridades sanitarias, y así lo hemos dicho estos días insistentemente. Debemos hacer caso a las recomendaciones sanitarias", ha subrayado la titular de Igualdad.
Sin embargo, ha advertido que ese cumplimiento con las recomendaciones sanitarias no significa que no sepamos el "señalamiento" a la lucha feminista "por parte de quienes tienen una agenda reaccionaria convenientemente engrasada". "A mí, a nosotras, no nos van a encontrar en esa criminalización del movimiento feminista", ha asegurado la ministra. En el Ministerio de Igualdad —ha dicho— "van a encontrar una oposición firme a esa España gris, machista, que nos quiere de vuelta a nuestras casa por parte de la extrema derecha".
Colectivos feministas recurrirán la decisión
Sus declaraciones llegan después de que algunos colectivos feministas hayan anunciado que intentarán sortear la prohibición del 8-M. El Movimiento Feminista de Madrid, una de las organizaciones que había planeado actos, ha anunciado que recurrirán la decisión de José Manuel Franco.
Su portavoz, Ana Sánchez de la Coba, ha mostrado al "disconformidad" del movimiento con esta decisión cuando, ha explicado, las concentraciones previstas ya llevaban autorizadas "desde hace más de 20 días". En su caso, pensaban celebrar una concentración de 250 personas en Callao.
Desde Movimiento Feminista de Madrid no comprenden por qué ha sido prohibida "argumentando motivos de salud", cuando en la Comunidad de Madrid se celebran "continuamente y todas las semanas manifestaciones", los transportes públicos van "atestados", se realizan "fiestas ilegales" o las terrazas están "llenas". Lo consideran un "ataque directo a las mujeres".
Los estudiantes saldrán a la calle
Por su parte, el Sindicato de Estudiantes ha dicho que irá a la calle pese a la prohibición, exigiendo la dimisión del delegado del Gobierno en Madrid porque "es inaceptable su política", al tiempo que llaman a todos los estudiantes a salir a la huelga estudiantil y a protestar "respetando todas las medidas de forma responsable como hemos hecho hasta ahora porque tenemos muchos motivos, contra la represión y criminalización del movimiento feminista".
"El 8-M nos vemos en la calle y a luchar", ha apuntado la secretaria general, Coral Latorre, que ha concretado que participarán en las concentraciones de las 12 horas el lunes en la Puerta del Sol y a las 18:00 horas en el mismo punto y otras también convocadas por la tarde en Atocha y diversos lugares de la capital.
UGT Madrid critica la decisión
Mientras, el secretario general de UGT Madrid, Luis Miguel López Reillo, ha censurado la prohibición de las concentraciones y considera, como Montero, que esta decisión implica "criminalizar a la mujer" y "dar la razón a la ultraderecha".
"No entendemos por qué está pasando esto, parece que le estemos dando la razón a la ultraderecha y esto nos viene de un delegado del Gobierno del PSOE", ha lanzado durante su intervención en la clausura del 28 Congreso de UGT FICA. Según ha relatado, el sindicato iba a hacer un acto en Cibeles con "100 personas tasadas", que ha contrapuesto a las concentraciones que está habiendo "todos los días" en la región en las que no hay "ni permiso ni mascarillas".
Comisión 8-M
Por su parte, la Comisión 8-M, organización convocante de las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer en los últimos años, ha asegurado que "el movimiento feminista estará el 8 de marzo". Insisten en que "el 8-M" el movimiento "estará presente" porque es "imparable" y porque "la crisis provocada por la pandemia ha impactado sobre las vidas de las mujeres, provocando más violencias, más paro, más recortes y más precariedad".