Si las previsiones de los partidos del centro derecha se cumplen, este domingo 14 de febrero habrá en las elecciones catalanas un vencedor y dos grandes derrotados. Según las últimas encuestas que manejan las formaciones, Vox superaría al Partido Popular y se quedaría muy cerca de Ciudadanos, que perdería más de la mitad de su representación actual.
Los últimos sondeos publicadas por los medios coinciden con los que manejan en Génova y en los cuarteles generales de Cs y Vox: los de Abascal adelantaría claramente al Partido Popular y se quedarían muy cerca de Ciudadanos.
Temor en Cs
El temor en las filas naranjas ha aumentado en los últimos días al ver cómo Vox cada vez está más cerca de superarlos incluso a ellos. Aunque esperan que finalmente no se produzca ese sorpasso, los de Inés Arrimadas saben que la noche de este domingo va a ser "catastrófica".
Ciudadanos espera perder entre 20 y 25 escaños de los 36 que tiene ahora. Unas previsiones que aún pueden empeorar, tanto para el Partido Popular como para Cs, si la participación cae por debajo del 60%. "Los votantes de Vox están movilizados y van a ir. Los de PP y Cs no tanto", coinciden fuentes de ambos partidos.
Cautela en Vox
Por su parte, desde Vox, aunque sus sondeos internos coinciden con el resto de previsiones, en el partido optan por la cautela después de lo ocurrido en las generales del 28 de abril, cuando sumaron 24 diputados, muy lejos de los 50 o 60 que le llegaron a otorgarles algunas encuestas.
Una experiencia que les mantiene siempre en el escepticismo y la prudencia. Fuentes del partido coinciden en señalar, sin embargo, que "tienen muy buenas sensaciones" ante el resultado del próximo domingo por la acogida que están teniendo en todos sus actos, al margen de la violencia que han sufrido y que les hizo temer que no podrían concluir la campaña, según aseguran fuentes del partido.
La dirección de Vox asegura que su verdadero objetivo es lograr grupo propio en el Parlamento catalán, es decir, cinco diputados, y evitan engordar las expectativas para rehuir de la sensación de derrota que provocaría no llegar a los 9 o 10 escaños que auguran algunos estudios. "Lograr grupo es entrar con fuerza y eso ya es un éxito", defienden.
En caso de que finalmente sobrepasen al PP, los de Abascal esperan un cambio de actitud por parte de los de Pablo Casado, a los que reprochan sus constantes desprecios y ataques desde la moción de censura a Pedro Sánchez, que provocó la ruptura de la interlocución entre ambos partidos y un distanciamiento personal entre sus líderes.
Dolió especialmente la comparación con Bildu después de que se abstuvieran en la aprobación del Decreto de los fondos europeos. Fuentes del partido describen a un PP "superado por los nervios", que no deja de "dar bandazos", como demuestra, aseguran, la entrevista de Pablo Casado en Rac1.