El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha participado este sábado un acto de la candidata de Cataluña en Común a presidir el gobierno catalán, Jèssica Albiach, celebrado telemáticamente desde Santa Coloma de Gramanet (Barcelona).
Durante su intervención, el vicepresidente segundo del Gobierno ha reivindicado que puede haber "cambios inimaginables" cuando gobiernan Unidas Podemos y los comunes, y logran transformaciones que mejoran la vida de la ciudadanía, lo que considera demostrado en el Gobierno central y el Ayuntamiento de Barcelona.
Asimismo, Iglesias ha invitado a la gente de izquierdas de Cataluña a reflexionar sobre cuando "los brazos mediáticos del poder han empujado algún candidato que estuviera dispuesto a hacer transformaciones que pudieran afectar a grandes intereses económicos", en alusión velada al candidato del PSC, Salvador Illa.
"Se acabaron los gobiernos de partido único"
Iglesias ha añadido que hay "algunos cambios que deberían ser muy fáciles porque están escritos en el acuerdo de Gobierno, pero la realidad demuestra, y hay que decir la verdad con toda su claridad, que incluso ser leales a un gobierno de coalición (...) implica debatir, defender lo que en el papel todo el mundo aceptaba pero a la hora de poner en práctica es más difícil", ha señalado.
Por otro lado, ha recordado que "se acabaron los gobiernos de partido único" y que el nuevo Ejecutivo catalán estará constituido por "fuerzas políticas diferentes" que se verán obligadas a negociar, un contexto en el que ha reivindicado la figura de Albiach como la única capaz de tender puentes y poner las políticas de izquierda en el centro del debate.
"Claro que se cambian cosas cuando estamos en el Gobierno. La mejor prueba es la agresividad de los ataques de los que somos objeto", ha remarcado Iglesias, quien se ha preguntado si "habría tantas portadas, tertulias y escaletas de telediario favorables a alguien dispuesto a poner en cuestión algunos de los intereses económicos de los grandes poderes".
"Es una verdad dura que va a tener consecuencias sobre quien la dice, pero cualquiera que me pueda oír sabe que estoy diciendo la puñetera verdad", ha sentenciado.