El presidente de la Junta Electoral de Barcelona, el juez Santiago García, ha reconocido este miércoles la inquietud por la avalancha de recursos de los ciudadanos elegidos por sorteo para formar parte de las mesas electorales y el temor a que muchas mesas no se puedan constituir con normalidad durante la jornada electoral. En el caso de que no se presenten el presidente, los vocales ni los suplentes, la ley electoral especifica que serán los primeros votantes en aparecer en el punto de recogida de votos quienes se tengan que hacer cargo de las funciones de presidente y vocales.
Se da la circunstancia de que la Generalidad pretende que durante la primera hora de votaciones se dé preferencia a la población de riesgo en relación al coronavirus, es decir, los mayores y las personas con enfermedades crónicas. En un contexto de bajas sobrevenidas de presidentes, vocales y suplentes, se podría dar la circunstancia de que las mesas se tuvieran que formar con personas de edad y otras con patologías que les hacen más vulnerables al contagio.
A falta de once días para la cita electoral, el juez García ha apuntado la posibilidad de reclutar voluntarios, una opción que podría desvirtuar la neutralidad de las mesas si partidos y asociaciones aprovechan esa vía para colocar a sus afines cuyo papel durante el desarrollo de las votaciones y el recuento estaría bajo sospecha.
Forenses ante la avalancha de recursos
Por otra parte y ante la avalancha de alegaciones de los designados para formar parte de las mesas —16.489 sobre un total de 82.000 entre titulares y suplentes— el presidente de la Junta de Barcelona ha solicitado la incorporación de médicos que puedan analizar los recursos de los ciudadanos y razonar las respuestas de la Junta Electoral. De momento se han asignado dos forenses, un número ridículo frente a los más de dieciséis mil recursos presentados hasta el momento y que en la mayoría de los casos hacen alusión a patologías de los designados o a que se tienen que hacer cargo de personas con escasas posibilidades de supervivencia si contraen la enfermedad.
Por otra parte, cuatro de cada diez barceloneses votarán en puntos diferentes a los habituales puesto que hay colegios que no cumplían con las especificidades de tamaño y ventilación necesarias para poder llevar a cabo las votaciones con un mínimo de seguridad sanitaria. En la ciudad habrá 365 colegios electorales, 94 más que en las últimas elecciones. 129 de ellos serán nuevos. Los ciudadanos pueden consultar su punto de votación en esta dirección de la web del ayuntamiento de la capital catalana.