El expresidente de la Generalidad Artur Mas cumple 65 años el próximo domingo, momento en el pasará a cobrar una pensión vitalicia de 92.000 euros tras haber cobrado más de 120.000 desde que dejó la presidencia, en 2015. Y su cumpleaños es la excusa de El País para realizarse una entrevista en el marco de la campaña electoral. En dicha entrevista, Mas da muestra de su irresponsabilidad y cinismo en varias respuestas.
Así y preguntado por cómo lleva haber sido el sucesor de Pujol y el valedor de Puigdemont, Mas responde que "al final los que han sido presidentes trascienden las fronteras de un solo partido y deben preservar esa figura más institucional. Me siento más un patrimonio colectivo para bien y para mal". Ignora de manera intencionada que la pregunta alude a que su mentor, Pujol, es un corrupto confeso y que él fue el valedor de un prófugo de la Justicia.
El exdirigente de Convergència, el extinto partido ahogado por las deudas y la corrupción, asegura también en la entrevista que se siente responsable de lo ocurrido en Cataluña entre 2012 y 2016 y corresponsable hasta octubre de 2017, pero que a partir de ese momento se lava las manos: "Yo hubiera actuado de forma muy distinta a como se actuó. ¿Me siento responsable de toda aquella gente que ha quedado desamparada porque su posición era no a la independencia? Pues no. Siempre puse el acento en la posibilidad de votar a favor o en contra".
De modo que no se siente concernido ni por la fuga de empresas, ni por el deterioro de la convivencia, ni por el aplastamiento por parte del separatismo de los derechos de al menos la mitad de la población de Cataluña, ni por la inestabilidad política y jurídica ni por las funestas consecuencias de un proceso que como se recuerda en la entrevista fue el principal promotor.
Corrupción: lo niega todo
En cuanto al caso del 3% (la adjudicación de obras y servicios a cambio de mordidas cobradas por los nacionalistas) el expresidente catalán llega a asegurar que "siempre he negado la existencia del caso 3%" y añade que "si en algún momento alguien a título individual cometió un error, esa persona sí tiene que pagar las consecuencias".
También intenta desembarazarse de la condena del caso Palau, por la que un contable de Convergència, ingresó en prisión. "Si hay ganas de saber de dónde viene la relación entre el Palau y Convergència, hay que irse a los años noventa". Instado a dar información sobre las personas implicadas en esa relación, contesta que "no hablaré de personas que seguramente ya no están".
Mas decidió quedarse en el PDeCAT y no acompañar a Puigdemont en su última aventura, la escisión de Junts per Catalunya (JxCat). Aún así dice que mantiene una buena relación con el prófugo. La última vez que coincidieron fue en una rueda de prensa que dieron ambos junto a Quim Torra en Perpiñán para tratar de menoscabar el crédito democrático de España.