Una imagen tan imaginada como descontada. El traspaso de carteras de los nuevos miembros del Ejecutivo, Carolina Darias en Sanidad y Miquel Iceta en Política Territorial, se ha efectuado este miércoles con la misma sorpresa que su nombramiento, ninguna. La minicrisis de Gobierno se salda poniendo al Gobierno al servicio de los intereses electorales del PSC y de su candidato, Salvador Illa. Hasta el ministro entrante, Miquel Iceta, se ha estrenado asumiendo sin disimulo la relación con la campaña electoral.
En un discurso en el que apenas ha intercambiado unas pocas palabras con la ministra saliente, Carolina Darias, se ha volcado con Salvador Illa con un reconocimiento poco oportuno que hacía gala del refrán latino excusatio non petita, acusatio manifesta. "Y ahora entenderán... me dicen 'ves con cuidado porque nadie pueda pensar que estás de campaña electoral'. Y no, no estoy de campaña electoral... pero estamos hablando de vocación de servicio público, estamos hablando de poner por delante de todo el interés general y, por lo tanto, es un buen momento para hablar de Salvador Illa".
El primer secretario del PSC alabó a Illa porque "nos ha enseñado a todos, si queremos saber leer y aprender, cómo se ejerce con dignidad la función pública en un momento extraordinariamente complejo. De las muchas cosas de Salvador quiero destacar también su compromiso con la cooperación y la concordia". Y ha desvelado que "también nos ha dejado muchos deberes porque me he enterado ayer que mañana tenemos Consejo Interterritorial de Salud".
Una reunión que se pospone 24 horas, según fuentes gubernamentales para dejar a la nueva ministra Darias "aterrizar en el ministerio" dado que tendrá que presidir ella el Consejo Interterritorial de Salud por vez primera, y al que le acompañará Iceta, como hacía ella con Salvador Illa. Un organismo que ha vertido encendidas críticas contra Illa por la inacción ante la pandemia y por haber rechazado el adelanto del toque de queda que pedían 15 de 17 comunidades autónomas en su última convocatoria.
Pese a ello, Iceta ha defendido que el Consejo Interterritorial "se ha erigido en la referencia de lo que es la cogobernanza como manera de entender el Gobierno en un Estado complejo y diverso como el nuestro. Éste es el camino y sirve a todos y para todo".
También ha querido anticiparse a las críticas con un discurso que ha iniciado saludando "en todas las lenguas de España porque me gusta España tal y como es: diversa, plural y unida". E hizo dos declaraciones de intenciones: primero, ante la "curiosidad por ver cómo éste nuevo ministro quiere y ama a España. Y lo diré fácil: yo quiero una España fuerte en su unidad y orgullosa de su diversidad. Ésa es la España en la que creo y la que quiero".
Y segundo, para su gestión del Ministerio: "Vamos a seguir un camino ya trazado, no va a haber sobresaltos, no va a haber inventos ni improvisaciones". Unas palabras que a muchos hacen pensar en la que será sin duda la primera losa y la primera pregunta para el ministro Iceta: la concesión de los indultos a los presos del 1-O que él mismo pidió en la anterior campaña electoral catalana en 2017.