Macarena Olona, Rocío Monasterio y María Ruiz ganan peso en la estructura interna de Vox

Vox continúa avanzando en el camino emprendido hace algo más de un año, después de su segunda cita en Vistalegre, a la que denominaron Plus Ultra, y que les llevó a abandonar buena parte de sus tesis liberales para asemejarse a los partidos más conservadores de Europa o EEUU, con Viktor Orban o Donald Trump como referentes.

Apenas seis meses después de aquella cita, la formación renovó su dirección y parte de sus estructuras internas para adaptarse al crecimiento que había experimentado en el último año, y que le había llevado a conseguir 52 escaños en el Congreso de los Diputados, y a irrumpir con fuerza en prácticamente todos los parlamentos autonómicos y ayuntamientos. Un éxito al que después siguieron las elecciones vascas y gallegas y, ahora, las catalanas, donde esperan conseguir, incluso, grupo propio.

Para dar respuesta a la consolidación del partido en todo el territorio nacional, Vox ha decidido reforzar su Dirección de Política Parlamentaria y Municipal (DPPM) integrando en él a Macarena Olona, Rocío Monasterio y María Ruiz, que actúan de forma colegiada junto con Jorge Buxadé, para coordinar los mensajes y propuestas del partido, evitando así incongruencias o posibles contradicciones. La decisión fue adoptada el pasado mes de diciembre por el Comité Ejecutivo Nacional en su última reunión del año, según ha podido saber Libertad Digital.

De esta forma, el partido no sólo refuerza este organismo, sino la figura de estas tres dirigentes que, poco a poco, han ido adquiriendo cada vez mayor peso y protagonismo, tanto en los medios de comunicación, como en las distintas actuaciones que la formación lleva a cabo. Cada uno de los integrantes de la DPPM representa a una de las instituciones a coordinar: Parlamento Europeo, Cortes, parlamentos autonómicos y ayuntamientos.

Olona es la secretaria general del grupo parlamentario, además de Vicesecretaria de Relaciones con las Cortes de Vox, y se ha convertido, poco a poco, en uno de los referentes del partido, tanto por su trabajo en el grupo parlamentario, como por sus intervenciones en el Congreso y sus apariciones mediáticas, siendo uno de los rostros más conocidos de la formación.

Lo mismo ocurre con Monasterio, líder del partido en Madrid y una de sus dirigentes más antiguas y conocidas. Con su integración en la DPPM entra a formar parte de la estructura interna de Vox a nivel nacional, de la que formó parte en sus inicios.

Ruiz, además de diputada y vocal del Comité Ejecutivo Nacional, es concejal en el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón desde el año 2015, siendo uno de los primeros cargos públicos que logró Vox en toda España. Destacó especialmente por sus duros enfrentamientos en el Congreso con el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, a cuenta de su gestión de las residencias de mayores durante la pandemia.

Jorge Buxadé, además de eurodiputado y vicepresidente político de Vox, es el encargado de dirigir este organismo, que se reúne una vez a la semana, los viernes, en Madrid, y que cuenta, desde su creación en el año 2019, con un equipo técnico de seis personas destinado a elaborar propuestas, argumentario o programas electorales.

En el organigrama interno de Vox, la DPPM depende directamente del Comité de Acción Política, en el que se integran los principales dirigentes de la formación: Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, Javier Ortega Smith y Manuel Mariscal, además del propio Buxadé que, como miembro del CAP, ejerce de "nexo" entre los dos organismos para trasladar los debates más complejos, de forma que la dirección pueda darles respuesta a nivel ideológico y político.