ERC llega desfondada al último tramo de la carrera electoral, lastrada por la gestión de la pandemia, el mando administrativo en un Govern en funciones y unas expectativas demoscópicas que se desinflan conforme se aproxima la fecha electoral. Ocurrió en 2017, cuando las encuestas otorgaban a la formación republicana el primer puesto y acabó por detrás de Ciudadanos y Junts per Catalunya (JxCat). En aquella contienda se negaron a reeditar la coalición de 2015 con los posconvergentes porque creían firmemente que había llegado su oportunidad de quedar primeros y hacerse con la Generalidad desde una posición hegemónica.
Ahora temen que vuelva a suceder algo parecido, que deban repetir el pacto de gobierno con JxCat o formar gobierno con el PSC de Salvador Illa en calidad de muletas. Para tratar de evitar ambos supuestos y poder elegir socio y marcar condiciones, ERC pretende tirar de Oriol Junqueras, que el próximo sábado cumple la cuarta parte de su condena y podrá salir de permiso para hacer campaña. El digital El Nacional apunta que ERC ya ha comenzado los trámites para que Junqueras pueda participar en los actos electorales y asegura también que la consejería de Justicia, en manos de los republicanos, ultima los trámites para conceder de nuevo el tercer grado a los presos a pesar de la oposición del Tribunal Supremo.
La intención de ERC es que Junqueras salve la campaña y tape las debilidades del candidato formal, Pere Aragonès, actual vicepresidente y al que en el propio partido consideran flojo y muy limitado fuera de la sombra benéfica de su mentor Junqueras. Que Junqueras vaya a participar en la campaña se da por descontado. Se alega que Jordi Sànchez, preso y secretario general de JxCat, participó el pasado domingo en la presentación de la campaña de su partido en Vilafranca del Penedés y que no puede haber doble rasero. Otra cosa es que los mítines vayan a ser en la mayoría de los casos casi sin público y telemáticos a causa de la situación epidemiológica.
"Lo volveremos a hacer"
El partido cuenta además de Junqueras con un argumentario que incide en el cariz más independentista de ERC y en el que se promete que "evidentemente que lo volveremos a hacer" en alusión al golpe de Estado y a la frase "ho tornarem a fer" que pronunció el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, en su alegato al final del juicio en el Tribunal Supremo. El digital independentista El Món ha desvelado el contenido del documento, de quince páginas, en el que desgrana la estrategia republicana. Y ese lo volveremos a hacer está condicionado a la negociación con el Estado, escenario que según los estrategas de ERC es favorable al partido tanto si el Estado se aviene a aceptar un referéndum como si se niega, supuesto que permitiría al partido ganar adeptos y fuerza para "el nuevo embate democrático".
"El Estado debe saber que su negativa a negociar un referéndum, si perdura en el tiempo, desembocará en una nueva acción unilateral del independentismo consecuente con la voluntad democrática del pueblo de Cataluña. Evidentemente que lo volveremos hacer, nuestra paciencia no es infinita", reza la guía para candidatos de ERC.
Los dirigentes del partido cuentan también con pautas cerradas para explicar su relación con el Gobierno. Se trata, dice el papel, de "no renunciar, como han hecho otros, a ser un instrumento útil para la ciudadanía del país, para mejorar el día a día de la gente. Y de eso iba el último pacto de presupuestos con el Estado, de ayudar a la gente de nuestro país en un momento de extrema debilidad".
Los críticos del partido consideran que la guía, titulada "Relato 14-F" no aporta nada ni sirve para desmontar las acusaciones de JxCat sobre el supuesto giro autonomista de la formación del preso Junqueras y la fugada Marta Rovira.