Toda la carne en el asador electoral cuya maquinaria lleva meses poniéndose en marcha pero que hoy ha experimentado un salto cualitativo. El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, desembarcó al Comité Federal en Barcelona para iniciar su particular campaña electoral y encumbrar su 'operación Illa', a cuyo candidato del PSC acompañará intensamente durante los quince días de contienda electoral para los comicios que, previsiblemente se celebrarán el 14 de febrero.
En ello confían Gobierno, PSOE y PSC pese a que la decisión no será definitiva hasta el 8 de febrero, cuando dictaminará el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, pese a que la campaña se iniciará oficialmente este jueves 28 de febrero, día en que Illa dejará el cargo en el que se ha atrincherado hasta la fecha como ministro de Sanidad, aguantando hasta el final para mantener el llamado 'efecto Illa' que registran las encuestas.
Es el motivo por el que el mensaje del presidente del Ejecutivo se centró en mantener la presión sobre la fecha electoral pese a "los trucos" del gobierno catalán de impedirlo. "En estos días se ha discutido mucho de fechas y las fechas son lo de menos. Lo importante son las reglas democráticas. Es inútil que sigan buscando trucos. Se puede aplazar el cambio pero no se puede impedir el cambio. Y el cambio en Cataluña se llama Salvador Illa". Porque añadió: "es importante que en Cataluña se cierre cuanto antes un ciclo estéril, una década fracasada y se abra paso un cambio".
Sánchez se volcó con su candidato y ministro de Sanidad: "Illa es el el hombre que necesita Cataluña", "un hombre sensato, trabajador, inteligente y sobre todo un hombre bueno" que confesó haberle dado confianza "en estos meses largos de pandemia", como si ésta hubiera acabado. El presidente alabó "su trabajo, mirada esperanzada y prudente" y apeló al "Salvador" que "nos recuerda que las virtudes personales también son virtudes políticas. El respeto al otro, la fortaleza de las convicciones, la fidelidad a unos ideales, nunca puede impedir el entendimiento" y le señaló como un "hombre esencial para que Cataluña no fuera arrastrada por la sinrazón y el enfrentamiento y para que el socialismo resistiera en Cataluña".
Un punto en el que también tuvo palabras de agradecimiento al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, por "la grandeza de su generosidad". El líder socialista pidió un caluroso aplauso para Iceta por "servir a los catalanes y no servirse de los catalanes" al proponerle sus sustitución por Illa pese a que su candidatura "nadie se la discutía porque se la había ganado con su trabajo. Tenía derecho a ser candidato y renunció"
Illa: "Sí, estamos preparados para gobernar"
El candidato del PSC y ministro de Sanidad fue breve pero conciso. Prometió volcase "al 101%" con la candidatura del PSC que iniciará "en los próximos días", como prometió hacerlo con la gestión de la pandemia, porque "es la única manera que tengo de hacer las cosas". Y avanzó que será "el candidato de la gente que quiere pasar página y quiere avanzar. No quiero ajustar cuentas con nadie ni voy a preguntarle a nadie dónde ha estado en los últimos diez años".
Illa quiso poner encima de la mesa las ideas que fundamentarán los ejes centrales de su campaña. Sin mencionar el referéndum ni a los condenados por el 1-O, defendió que "nadie puede sentirse orgulloso de lo que ha sucedido" en Cataluña, aunque "no pienso perder ni un minuto en reproches sobre lo que ocurrió. Voy a dedicar todo mi tiempo a lo que podemos hacer los catalanes unidos. Se que la tarea mas apasionante que nos aguarda es volver a reencontrarnos con nosotros mismos, superar ese exilio interior que hemos vivido".
Pidió buscar un "sentimiento reparador" que abra paso a la unidad porque "la división nos ha debilitado pero la unión nos hará más fuertes" en el escenario actual. "La Cataluña unida es imparable", repitió a modo de mantra, "voy a dedicar todo mi tiempo a encontrar a os catalanes. Dejar de hablar de unos y otros y volver a levantar un enorme nosotros. volver a escucharnos. volver a encontrarnos. Un nosotros tan grande como Cataluña".
Illa pidió pasar pasar página y "decir alto y claro que ya está bien, ya vale. Queremos pasar página y queremos a toda Cataluña, no a unos y a otros. A todos". Y dejó bien claro que su aspiración es gobernar: "Sí, estamos preparados para gobernar y servir a todos los catalanes". "No soy iluso, se que es difícil. Los de siempre dirán que es imposible el cambio. No soy iluso Y como soy humilde tengo esperanza. Convirtamos el hastío y el hartazgo en ilusión y en esperanza , en energía y en confianza convicción".