Lo ocurrido en EEUU con el asalto al Capitolio, y la respuesta dada por las grandes empresas tecnológicas como Twitter, Facebook o Amazon, que cerraron los perfiles del presidente de EEUU, Donald Trump, ha abierto el debate sobre el poder que ejercen las llamadas Big Tech y el ataque a las libertades.
Bajo el título "la libertad de expresión ante la amenaza de las corporaciones tecnológicas", la Fundación Disenso, vinculada a Vox, y presidida por Santiago Abascal, ha celebrado una mesa de diálogo para abordar esta cuestión, con la participación de Juan Carlos Girauta, exdiputado de Cs, Alfredo Timermans, ex jefe de gabinete de la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, el eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch, y Mike González, de la Heritage Foundation.
El acto ha avivado las especulaciones sobre la posible integración de Girauta dentro de Vox, aunque ambas partes lo niegan, a pesar de su acercamiento a los planteamientos y políticas que vienen defendiendo los de Abascal.
Durante el debate, el exportavoz parlamentario de Albert Rivera, ha asegurado que "la libertad de expresión no sólo corre peligro, sino que está siendo ya dañada", aunque, de momento, sólo para quienes "se salen de la ideología que profesa un grupo de nuevas empresas que se han convertido, en un corto período de tiempo, en las más poderosas del mundo, y que tienen una agenda ideológica".
"Por primera vez en la Historia se trata de entidades que tienen la posibilidad de asesinar civilmente a quien les parezca", ha advertido Girauta, apostando por dar respuesta al problema que se plantea para toda la sociedad desde "la inteligencia" y no "con las vísceras". El exdiputado ha reflexionado sobre los cambios que se han producido en nuestra sociedad en las dos últimas décadas con la irrupción de Twitter, Amazon o Instagram, y que han modificado la forma de relacionarse, de trabajar, de disfrutar del ocio, de intercambiar información, etc. "Esas supuestas plataformas articulan y forman la vida de la gente", ha asegurado.
Una realidad que provoca que, por primera vez en la Historia, la amenaza a la libertad de expresión no provenga del Estado. "Resulta que quien te puede aplastar no son las democracias liberales, son las oligarquías que se han valido de una excepción permanente en su funcionamiento", ha criticado Girauta, que ha definido a estas compañías como "editores de contenidos", desde el momento en el que deciden vetar determinados mensajes de Trump, y no hacerlo con los separatistas catalanes o con regímenes como el de Nicolás Maduro en Venezuela.
El eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch, ha advertido de que "corremos un serio peligro" ante la "arbitrariedad" con la que han actuado estas empresas en su ataque a Trump, ejerciendo una "doble vara de mediar" que se percibe en toda Europa y EEUU. "Se pueden decir muchas barbaridades, si perteneces al progresismo, y se somete a recortes y bloqueos a los conservadores de una forma brutal", ha asegurado.
Un peligro que, en su opinión, no sólo existe en el nuevo "mundo digital", sino que proviene de las universidades, de donde proceden los grandes dueños de estas corporaciones como Zuckerberg con Facebook. "Lo ocurrido con Trump es sólo un aviso", ha advertido Tertsch.
Para Alfredo Timermans "el problema de fondo es que estamos ante un nuevo mundo para el que aún no tenemos criterios ni reglas claras" y de ahí la complejidad de buscar una solución que no lo agrave. "Cualquier remedio legal es muy problemático", ha asegurado, denunciado también el monopolio que ejercen estas empresas ante la imposibilidad real de sustituir Twitter, Facebook o Instagram por otras plataformas de comunicación, o de comprar a través de otras entidades distintas a Amazon.
La censura, la libertad de expresión y las llamadas Big Tech, fueron también motivo de debate en el acto protagonizado por Santiago Abascal junto a la líder del partido Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, en un intento por coordinar esfuerzos entre los partidos cercanos a las tesis de Trump para denunciar el ataque que se ha producido contra el presidente de EEUU, y alertar de que puede extenderse a cualquier ciudadano.