PSOE y Partido Popular han puesto en las últimas semanas toda la carne en el asador con la vista puesta en el próximo 14 de febrero. Pero finalmente, las elecciones catalanas se han aplazado al 30 de mayo.
Tres meses de diferencia que acaban con todas las previsiones tanto de Ferraz como de Génova. Aún así, tanto socialistas como populares esperan, mejor dicho, desean, que las encuestas que tienen hasta ahora, se cumplan.
"Efecto Illa"
La soledad del PSC y su movimiento a la desesperada para evitar a toda costa un retraso de las elecciones primero, y reducir al máximo ese retraso después, no es más que la constatación de hasta qué punto se ha ido al traste el famoso efecto Illa que vaticinaban las encuestas propias socialistas.
Tanto el PSOE como el PSC y el Gobierno sabían que el 14F era el momento, y que todo el tiempo que pase de aquí a que se celebren las elecciones catalanas será un tiempo perdido para un candidato del PSC que ha tocado ya su techo demoscópico, con lo que a partir de ahora, sólo puede bajar partiendo además de una posición inusualmente baja de ERC y de Podemos, que pierde hasta dos escaños cuando hasta ahora había conseguido resistir en sus actuales siete parlamentarios.
Según los sondeos internos a los que ha tenido acceso Libertad Digital, Salvador Illa había logrado estar en un empate técnico entre ERC y el PSC en la primera fuerza en una horquilla de entre los 25/26 escaños, seguido de JuntsxCat en tercera posición también por encima de los 20 escaños pero a una mayor distancia que los dos primeros.
Los socialistas son conscientes, sin embargo, de que su posición podría verse rebajada porque su voto es "metropolitano", se concentra fundamentalmente en Barcelona frente al voto rural que concentran ERC y Junts, lo cual les permite "mejor rendimiento del voto en las circunscripciones interiores" y menor riesgo a perder votos sin arañar un escaño más.
Respecto a las formaciones del centro derecha, las encuestas socialistas no auguran sorpassos: ni de Vox al PP, ni del PP a Ciudadanos, que mantendría su posición de líder del centro derecha, gracias a que el PP "no rentabiliza" el fichaje de la centrista Lorena Roldán pese a que logra mejor resultados hasta los 7/8 escaños. Unas previsiones que no son muy distintas a las de Génova.
El PP espera que no haya 'sorpasso' de Vox
En el Partido Popular, sus encuestas internas y sus análisis, les situaban en las últimas semanas en una horquilla que se movía entre los 6 y los 10 diputados autonómicos. En estos momentos, los populares tienen cuatro representantes en el Parlamento catalán.
Unos datos que esperaban mejorar tras los fichajes de la exdirigente catalana de Cs, Lorena Roldán, y de la antigua convergente y actual mano derecha de Manuel Valls, Eva Parera. El candidato popular, Alejandro Fernández considera que estas incorporaciones "centran" a un PPC que podía rascar votos tanto en los caladeros de Ciudadanos como del PSC.
Pero el dato más relevante de estos estudios era que, según fuentes del PP, no mostraban "en ningún caso" el sorpasso de Vox. El partido de Santiago Abascal, encabezado en Cataluña por Ignacio Garriga, se quedaba en estas encuestas entre los tres y los cinco representantes. La esperanza ahora para los populares es que estos datos se mantengan o se "mejoren" en los próximos meses hasta la nueva fecha de los comicios.
Las del 30 de mayo serán unas elecciones en las que no solo se la jugará Fernández, también es la primera vez que Casado somete a examen su nueva estrategia del giro al centro y su alejamiento del partido de Santiago Abascal.