El rey Felipe VI preside este miércoles la tradicional celebración de la Pascua Militar, el acto que da inicio desde hace más de dos siglos al nuevo año castrense, y que se celebra en el Palacio Real de Madrid. Como ya viene siendo habitual, está marcado por la tensión política que vive el país, incluida una polémica artificial con militares jubilados creada desde un sector del Gobierno por el contenido de un chat.
Como es tradicional, el acto girará en torno a la actualidad y el futuro de las Fuerzas Armadas, de las que el Rey es capitán general –el máximo rango existente- desde que accediera al trono. Dejará de lado, por tanto, la situación política, económica y social por la que atraviesa el país, a la que ya dedica su discurso del 24 de diciembre.
La secuencia de actos en los principales escenarios también ha sido ligeramente modificada para adaptarse a la situación que ha provocado la crisis sanitaria que afecta a España desde hace diez meses. El coronavirus hace que todos los militares tengan que llevar la preceptiva mascarilla, además de obligar a que las formaciones militares guarden la protocolaria distancia de seguridad mientras están alineados en el Patio de la Armería.
Los tres actos que tienen lugar en esta ubicación se mantienen. Primero el saludo del Monarca al presidente del Gobierno (Pedro Sánchez), a la ministra de Defensa (Margarita Robles) y al ministros del Interior (Fernando Grande Marlaska), además de al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y el Jefe del Cuarto Militar. También hay honores (himno nacional y salva de 21 cañonazos) y la tradicional revista a las tropas.
En el Salón de Columnas habrá un saludo con una representación de las comisiones militares del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y la Guardia Civil. El cambio significativo en este escenario es que se reduce un tercio el número de asistentes respecto a los que se congregaron el año pasado, con el objetivo de evitar riesgos y de que se pueda mantener las distancias de seguridad.
En el Salón del Trono, solo van a estar las autoridades civiles y militares y los condecorados. Allí el Rey va a imponer las condecoraciones a los diferentes miembros de las comisiones militares, y a continuación van a tener lugar los discursos de la ministra de Defensa y del propio Rey, con el que concluirá el acto. El resto de los presentes tiene que seguir el acto, a través de pantallas de televisión, desde el Salón de Columnas, para que se mantengan las distancias de seguridad.
Por último, el tradicional vino en palacio con el que se cerraba este acto, y en el que Monarca y las autoridades solían dialogar distendidamente con los militares se suspende para no generar posibles situaciones de riesgo para los asistentes.