El último trimestre de 2020 la Educación en España ha estado en el foco informativo por dos cuestiones principales: la vuelta a las aulas tras los meses de confinamiento y la aprobación de la llamada ley Celaá, que será aprobada en el Senado próximamente.
En el programa Es la Mañana de Federico de esRadio el presidente de CSIF Educación, Mario Gutiérrez, ha analizado estos dos asuntos. Sobre la vuelta a las aulas ha apuntado que "ha sido un primer trimestre más normal de lo esperado dadas las prisas y la poca previsión que han tenido las administraciones".
Gutiérrez ha felicitado "el gran trabajo de los equipos directivos de los centros educativos" pese a la "poca ayuda de las administraciones" que "han ido por detrás" de la expansión del coronavirus. El presidente de CSIF Educación también ha denunciado el "oscurantismo" a la hora de mostrar algunos datos por parte de algunas administraciones y ha remarcado que "aproximadamente un 10% de aulas se han cerrado" por contagios de covd-19.
También ha lanzado "un aviso". Ha recordado que hubo "cierta polémica" al final del curso pasado cuando muchos alumnos pasaron de curso sin contar con los conocimientos apropiados y "se habló de unos programas de recuperación que no han existido". Cree que "estos chicos que han pasado de curso sin los conocimientos previos han ido a las clases y se ha notado un bajón en el rendimiento".
El presidente de CSIF Educación cree que "falta un plan general" y que en "Educación debe ser nacional" porque "a principio de curso era demencial" con las distintas medidas y planes que estaban implantando las diferentes CCAA.
La "oportunidad perdida" de la ley Celaá
La otra polémica educativa de los últimos meses ha sido la implantación de la Lomloe, también conocida como ley Celaá por el impulso que la ministra de Educación Isabel Celaá, y las movilizaciones que colectivos de padres y educativos han realizado para evitar su aprobación.
El presidente de CSIF Educación ha calificado la enésima ley educativa aprobada en los últimos años como "una oportunidad perdida". Ha destacado que "había un espíritu de conciencia de que no se podía repetir lo que ocurrió con la Lomce, que había que hacer una ley completa a partir del consenso".
Cree que "por motivos evidentemente políticos se ha hecho deprisa y corriendo una ley que vuelve a ser de parte y que no soluciona los graves problemas estructurales de la educación española". Gutiérrez ha dicho que no entienden "las prisas" para aprobarla "desde el punto de vista educativo" pero sí desde el político "al sacarla con los PGE, en un pack".
Ha afirmado que para la elaboración de esta ley no se han atendido a datos como "fracaso escolar, paro juvenil y tasa de repetición" y que se centran en "la religión, la concertada, la lengua castellana y las competencias autonómicas".