El prófugo Carles Puigdemont ha dado el pistoletazo de salida de la campaña para las próximas elecciones autonómicas con el anuncio de que tiene un nuevo plan, un proyecto para "descongelar" la declaración de independencia de octubre de 2017 a través de lo que ha definido como un "desbordamiento democrático y pacífico".
El expresidente de la Generalidad y líder de Junts per Catalunya (JxCat) ha presidido este sábado una reunión del Consell de la República al objeto de constituir la Asamblea de Representantes independentistas, la enésima plataforma para conseguir notoriedad. El acto se ha celebrado en dos escenarios, el club de prensa de Bruselas y la sede del palacio de la Generalidad. En un principio estaba previsto llevar a cabo la reunión en la localidad francesa de Argelés, donde Puigdemont había citado a los diputados separatistas, pero la situación epidemiológica forzó el cambio de formato.
En su intervención, Puigdemont ha esgrimido un documento titulado "Preparémonos" que contiene las líneas maestras de lo que pretende ser el próximo embate del separatismo contra el Estado, una suerte de guía "para vencer al poderoso Estado español". El primer paso es que los partidos separatistas ganen las próximas elecciones autonómicas tanto en escaños, lo que viene sucediendo con regularidad, como en número de votos, cosa que no ha pasado nunca. Sin embargo, la última encuesta del "Centre d'Estudis d'Opinió" de la Generalidad, el denominado CIS catalán, avala la hipótesis de un triunfo por primera vez en votos, si bien por un estrecho margen, el 50,9%.
Manifestaciones masivas
El siguiente paso sería la concienciación social e institucional acompañada de manifestaciones masivas y sostenidas para "defender la democracia". La teoría es recuperar la iniciativa política y callejera, que ayuntamientos, diputaciones, el Parlament y la Generalidad reactiven la declaración de octubre de 2017 y que la sociedad defienda en las calles esa declaración el tiempo que haga falta. En ese contexto de levantamiento popular, las instituciones autonómicas deberían constituirse en instituciones provisionales de una república que según Puigdemont ya tendría un notable reconocimiento internacional.
Para acometer este nuevo proceso, Puigdemont ha insistido en que el independentismo debe actuar unido, que se debe forjar una alianza con todos los actores del movimiento republicano, una unidad "imprescindible, inaplazable". Sólo con esa unidad se podrá llevar a cabo el plan, lograr apoyos en el exterior y organizar una especie de resistencia transitoria para que la economía y los servicios sigan funcionando en medio de la excepcionalidad política.
El proyecto de Puigdemont también prevé pedir al Estado la celebración de un referéndum. Según el prófugo, en caso de que el Estado se aviniese, el independentismo se acogería a esa vía.
Los diputados de ERC se han negado a participar en la asamblea convocada por Puigdemont aduciendo que se trataba de acto electoralista.