El Ministerio del Interior continúa el movimiento de piezas en el tablero penitenciario. El juego empezó nada más llegar Pedro Sánchez al Palacio de La Moncloa y han sido pocas las semanas desde entonces en el que no se haya tenido conocimiento de que el equipo que dirige Fernando Grande Marlaska –quien fuera uno de los azotes judiciales en la lucha contra ETA antes de dar el salto a la política– ha movida alguna de las fichas.
Buena parte de los terroristas de ETA que cumplen condena en prisiones de toda España han visto cómo ha cambiado el centro penitenciario en el que se encontraban cumpliendo con la pena que les impuso la justicia. Gota a gota, pero de forma constante. Y salvo dos excepciones, todos han visto cómo se recortaba considerablemente la distancia kilométrica entre su nueva cárcel y las regiones del País Vasco y Navarra.
Esa política de acercamientos fue una exigencia que Pedro Sánchez tuvo que escuchar tanto de EH Bildu –la coalición que integra a los herederos de Batasuna-ETA– como del PNV durante el debate de la moción de censura que le invistió como presidente del Gobierno. Y lo ha tenido que volver a escuchar durante las negociaciones para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. En ambas citas, estas formaciones vascas dieron su apoyo a Sánchez.
Este periodo de negociación de las cuentas públicas ha supuesto un importante acelerón al ritmo de los acercamientos. Según los datos que ha ido facilitando el Ministerio del Interior a las asociaciones de víctimas del terrorismo, durante octubre y noviembre se concedió el acercamiento a más de veinte etarras cada mes. Este mes de diciembre, el ritmo es similar. Cada viernes se han aprobado seis acercamientos.
189 presos de ETA, 121 movimientos
Según los datos de Etxerat –la asociación de familiares de presos de ETA que sigue la línea que marca Sortu– y los de ATA –el grupúsculo que exige el regreso inmediato de la organización terrorista a las armas–, en la actualidad hay 191 presos de ETA en cárceles de nuestro país. De ellos, 189 se encuentran cumpliendo una condena impuesta por los tribunales. Otro dos están en prisión preventiva a espera de juicio.
Los datos del Observatorio de la Política Penitenciaria de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) indican que desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno se han producido un total de 121 acercamientos, correspondientes a 119 terroristas. Esto quiere decir que en apenas dos años el departamento de Marlaska ha cambiado de prisión al 62 por ciento de los terroristas que están cumpliendo condena.
Estos etarras han ido abandonando paulatinamente las regiones más lejanas al País Vasco y Navarra para acercarse a dichas zonas. Ejemplo de ello son Galicia (16 casos), Extremadura (5 casos), Andalucía (29 casos), Murcia (9 casos) y la Comunidad Valenciana (25 casos), que han visto cómo los miembros de la organización terrorista abandonaban sus cárceles y ninguno era trasladado a ellas.
Las regiones más cercanas a País Vasco y Navarra también han sido testigos de estos traslados. Han visto cómo algunos de los presos de ETA abandonaban sus centros penitenciarios para ir o bien directamente al País Vasco y Navarra o a centros aún más cercanos, mientras recibían a otros presos de ETA que venían desde las comunidades autónomas más alejadas de las dos regiones donde se ha prestado apoyo social a la banda terrorista.
En estos dos años de Gobierno Sánchez hasta 18 presos de ETA han sido trasladados a cárceles vascas. Y otros 6 a cárceles navarras. Fuera de ahí, Castilla y León (33 casos), La Rioja (19 casos), Aragón (16 casos), Cantabria (11 casos) y Asturias (11 casos), son las que han recibido un mayor número de etarras presos.
Una trama para facilitar acercamientos
La pasada semana, la AVT denunciaba públicamente la existencia de una trama de falsos arrepentimientos de etarras presos con el objetivo de facilitar que los mismos sean trasladados con mayor facilidad y rapidez hasta centros penitenciarios más cercanos al País Vasco y Navarra.
La asociación de víctimas aseguraba que hay "una estrategia orquestada por los abogados de los etarras para hacerles firmar cartas de falso arrepentimiento para así tramitar con Interior su traslado a cárceles próximas al País Vasco. Esto no haría más que confirmar lo que venimos denunciando desde 2018 que es la utilización de supuestos arrepentimientos de formulario para enmascarar una cesión a una reivindicación histórica de ETA".
Vitoria controlará tres prisiones
Precisamente este amplio número de acercamientos al País Vasco y Navarra se ha acelerado en un momento en el que el Ejecutivo central está a las puertas de entregar al Gobierno vasco el control de los tres centros penitenciarios que hay la comunidad autónoma. Esta era una vieja reivindicación del nacionalismo, que la había solicitado a todos los presidentes de España desde Felipe González, pero que solo Sánchez va a hacer efectiva.
Esta transferencia de competencias estaba prevista inicialmente para el pasado 30 de marzo de este año, pero el parón institucional que ha provocado la pandemia de coronavirus hizo que el Gobierno y el PNV acordasen un nuevo calendario para hacer esa transferencia de competencias, que se hará efectivo ahora durante el mes de marzo de 2021.