Un juez cuestiona la absolución de Trapero e imputa a siete mossos por desobediencia grave el 1-O

El titular del juzgado de instrucción número 2 de Sabadell, Marcos Melendi López, considera que cinco mandos y dos agentes de los Mossos d'Esquadra, podrían haber incurrido en un delito de desobediencia grave por su actuación durante el golpe de Estado separatista del 1-O de 2017.

Según el auto del magistrado, los investigados se limitaron a levantar actas en los centros de votación del municipio sin hacer nada por impedirla. Sólo señalaron si estaban abiertos o cerrados y con personas o sin personas en su interior. Ni siquiera procedieron al cierre y precinto de las instalaciones, igual que la mayoría de la patrullas que envió el restituido "major" Josep Lluís Trapero a los colegios designados por la Generalidad como puntos de votación.

Además de imputar a estos siete agentes del cuerpo autonómico de policía, el juez constata que el plan elaborado por los mandos para impedir el referéndum no cumplió con su cometido ni con las instrucciones judiciales, tanto el día 1 de octubre, como en las vísperas, cuando activistas de los partidos y entidades separatistas ocuparon los colegios.

Según el juez, "existen indicios de que tal fracaso habría sido consecuencia del propio diseño y cumplimiento del plan y la actitud omisiva de los diferentes miembros del cuerpo de Mossos". Además, sostiene el magistrado que las pautas de actuación "se diseñaron como una simple fachada" de cara a aparentar que se seguían las instrucciones y se cumplían las órdenes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Y añade que de esa maniobra eran "conscientes" tanto los mandos que diseñaron el plan como quienes debían aplicarlo.

"No se explica por qué los agentes no precintaron ni clausuraron los centros de votación ni recibieron órdenes en ese sentido" ni que la actuación de los Mossos el 1-O comenzara a las seis de la mañana cuando sabían que los colegios estaban ocupados desde muchas horas antes.

El auto del juez de Sabadell pone en cuestión la sentencia de la Audiencia Nacional que absolvió a Josep Lluís Trapero por su actuación durante el golpe de Estado.