El equilibrismo del PSOE para defender la interlocución con Bildu ha llegado este lunes hasta el extremo. En la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva socialista, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, reiteró la necesidad de la "normalización democrática" de Bildu pese a la reapertura de la causa contra Otegi por pertenencia a organización terrorista.
A preguntas de Libertad Digital, el número tres del PSOE defendió que se trata de "una cuestión personal" que "no afecta a la institución", entiéndase a Bildu, siguiendo la misma doctrina que con el rey emérito, Juan Carlos I.
Ábalos no contestó a la pregunta de este periódico en referencia a por qué sí se puede normalizar democráticamente "a unos sí y a otros no" mencionando la interlocución con Bildu y el veto a Vox, y más después de la decisión adoptada este lunes por el Tribunal Supremo contra el líder de Bildu, Arnaldo Otegi.
El también ministro se justificó diciendo que "me cuesta mucho normalizar a Vox, un partido nostálgico de la dictadura. No son demócratas" a diferencia de Bildu, "pese a que algunos medios están empeñados en decir que Vox es constitucionalista, porque no lo es", en referencia a Libertad Digital. "Se pongan como se pongan los que quieren normalizar a Vox, cada vez actúan con menos complejos para defender la dictadura".
En referencia a Otegi, Ábalos aseguró que "lo institucional no tiene por qué afectar a determinadas cuestiones personales" y mantuvo su criterio en defensa de su "normalización democrática": "Sigo pensando lo mismo" y añadió que "el hecho de haber participado en el debate sobre los Presupuestos no implica en absoluto que no tengan que responder ante la justicia, ni implica ningún blanqueo de las actuaciones de sus miembros de las que tendrán que responder".
El hombre fuerte del presidente, Pedro Sánchez, en el Consejo de Ministros y en el partido, concedió el mismo trato a Otegi que el rey emérito porque se aplica "lo mismo que he dicho antes respecto de cualquier institución: una cuestión son las que afectan en lo personal y otra lo que afecta al grupo. Procuremos ser coherentes sin mostrar demasiada simpatía o antipatía según el caso...".
Preguntado nuevamente por LD sobre si "la pertenencia a banda armada es una cuestión personal y no política", el portavoz socialista aclaró sin tapujos que "no es política, obviamente. Entra en el ámbito personal, de la responsabilidad personal, y por eso se ha tomado una decisión sobre él. ¿No?". Para, a continuación, matizar: "Claro que es política, es su acción política, su actuación política, porque si no no tendría ese requerimiento judicial. Pero, entiéndame, si va referido a él, va referido a él, no creo que esté juzgando a ningún grupo o formación, entiendo... hasta donde llego".