Varias mentiras ha enarbolado el diario izquierdista El Plural, donde anidó el más que conocido por su sectarismo casi religioso Enric Sopena, exdirector de informativos de la RTVE en tiempos de José María Calviño, contra un conocido periodista sevillano, José María Arenzana. Le ha acusado de ser un homófobo y machista y de ser nombrado tertuliano por la extrema derecha provocando un escándalo en la plantilla de Canal Sur.
Para justificar lo primero, El Plural alude a una supuesta "cierta esencia" ideológica de Arenzana. Hay que leer el párrafo para creerlo:
"Arenzana difunde en las redes sociales comentarios con cierta esencia homófoba y machista. "Joerrrr... A lo de q soy varón, hetero, creyente, taurinófilo, fumador, anti feminoide, omnívoro, me gusta el boxeo, etc ahora he unido que soy concertado y diferenciado. Tranquilos, ya me voy poniendo las esposas y metiéndome en la mazmorra..." o "El 70% de las víctimas asesinadas en España cada año son varones... El 90% de los asesinos también. ¿De qué feminicidio hablan? Unos machistas muy raros", son algunos de sus comentarios, mostrándose reacio a la existencia de la violencia machista.
Que se considere homófobo y machista decir que el 70 por ciento de las víctimas asesinadas en España cada año son varones y que el 90 por ciento de los asesinos también lo son, que no es otra cosa que recoger los datos oficiales publicados anualmente por el Ministerio de Justicia, es realmente un ejercicio de desinformación, llamada antes "propaganda negra", sin escrúpulos.
Dice el Confidencial andaluz que lo perpetrado es "un ataque injustificado y profesionalmente indecente contra el periodista José María Arenzana, contra su libertad de expresión y de opinión", se compartan o no ambas." Y añade: "Ni a Arenzana lo ha "fichado" Vox para las tertulias ni en Canal Sur están escandalizados porque este señor opine en las tertulias a las que acude. Dos mentiras de entrada".
Aunque hubiera sido así, no habría tenido la menor importancia porque todos los partidos proponen a tertulianos más o menos afines para defender sus posiciones en los debates "periodísticos". Pero es que, en este caso, ni siquiera eso es verdad, como ha confirmado Arenzana a Libertad Digital.
"Quien no parece escandalizarse es el autor del titular de la noticia capaz de meter en el mismo seis palabras como seis dagas albaceteñas: 'escándalo, homófobo, machista, condenado, vejación y amenazas'. Todo junto a la imagen y el nombre de Pepe Arenzana", añade El Confidencial andaluz.
Va lo de "condenado" por la sentencia de la Audiencia de Sevilla que condenó a Arenzana a 200 euros de multa (unos euros diarios por 20 días) por vejación injusta y amenazas leves al periodista conocidamente comunista desde sus tiempos en la RTVE, Eduardo Castro, con el que mantuvo una discusión en el Consejo Audiovisual de Andalucía.
Según ha contado Arenzana a LD, la discusión comenzó cuando Castro se refirió a él como "un niñato de mierda" y él le respondió que era un "vaina, tonto, subnormal, mangante, perro y charrán" y que, como siguiera insultándolo, le iba a partir la cara. Tras ello, Castro fue al juzgado, pero Arenzana no, porque consideró que en su caso no había animus iniurandi, sino que su conducta encajaba en la doctrina del animus retorquendi.
Se contrapone el animus retorquendi al animus iniurandi cuando se trata de responder a una injuria no de ofender a nadie. Es decir, el injuriado trata de reaccionar ante la injuria recibida, pero la Audiencia de Sevilla consideró que no era el mejor modo de responder a la injuria que le infringió Eduardo Castro y lo condenó a él, que no denunció al colega al que, por cierto, hasta llegó a prestar dinero en algunas ocasiones por sus problemas familiares.
El calumniado por El Plural comenzó su carrera en Radio 16 y ha pasado por muchos medios, ABC incluido y Carlos Herrera, ya casi un medio, incluso, hasta colaborar en estos momentos, y entre otros, con el digital Sevillainfo. También fue propuesto por el PP miembro del Consejo Audiovisual, un ente "regulador" de la cadena pública. Por cierto, el plumilla agredido fue el primero - mucho antes de que el fraude animara las recientes elecciones norteamericanas – en denunciar el fraude electoral en determinadas elecciones celebradas en Andalucía.
Las telas de araña siguen tejidas y se complementan ahora con cadenas privadas exteriores al servicio del PSOE, Canal Sur TV y Radio. Tras casi 30 años mangoneando un ente que debió ser siempre público y que fue convertido en socialista y, en pequeña parte, sindical y comunista, los beneficiados de siempre no soportan que el PP, Ciudadanos y muy mínimamente Vox, ganadores de las elecciones legítimas, hayan tomado algunas decisiones, por fin, para equilibrar el discurso izquierdista y monocorde imperante desde hacía 30 años.
La historia de Canal Sur está contada con detalle en las páginas de Libertad Digital y en el libro La tela de araña: el poder de un régimen. Desde oposiciones amañadas a saqueos organizados desde la dirección a la prohibición de emisión de una entrevista con un responsable de Vox, el martilleo ideológico sesgado de la información para perjudicar al PP (y a veces a otros) y la organización de un club de productoras "pata negra" afines al PSOE, se ha hecho de todo. Entre otras cosas, obstaculizar el ascenso profesional de quienes estando más que cualificados, no fueron sumisos con el mando socialista.
Este episodio debe inscribirse en la guerra sin cuartel que desde los medios próximos a la izquierda se libra contra cualquier intento de reforma de Canal Sur. Los que nunca protestaron por el sesgo sectario de los informativos de Canal Sur desde hace 30 años o la manipulación de programas en los que, por poner un ejemplo, el ex presidente Manuel Chaves era entrevistado rodeado de niños, ahora se han hecho eco de las calumnias obvias a un periodista que hace mucho se rebeló contra el dominio asfixiante de las izquierdas en Andalucía.
La actual situación de la izquierda andaluza, sumida en la crisis creciente de un PSOE dividido y la escisión traumática del comunismo, hace que sondeo tras sondeo demoscópico vaya desapareciendo la posibilidad de una victoria en las próximas elecciones andaluzas de 2022. Esta decepción parece estar provocando los ataques furibundos, a las claras y sin respeto alguno por la verdad hacia quienes defienden otras posiciones morales y políticas.