El sector más radical de Junts per Catalunya (JxCat) ha ganado con holgura las primarias. Laura Borràs, diputada en el Congreso e imputada por corrupción en el Tribunal Supremo, será la presidenciable del partido del prófugo Puigdemont en las próximas elecciones autonómicas, previstas para el 14 de febrero.
La candidatura de Borràs se ha impuesto a la de Damià Calvet, consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalidad y aspirante que contaba con el aval de su antecesor en el cargo, el golpista preso Josep Rull. Borràs ha obtenido 2.959 votos (el 76,8%) por 799 de Damià Calvet y 145 afiliados han votado en blanco. Elsa Artadi ha subrayado que "la activa movilización", dado que han votado 3.898 afiliados de los 5.128 con los que cuenta el partido.
Borràs formará pareja electoral con Carles Puigdemont, que todavía no ha aclarado si encabezará la candidatura por Barcelona o se conformará con un puesto más discreto, como el número uno por Gerona. El prófugo y su partido han aceptado que una investidura telemática en el caso de una hipotética victoria electoral es imposible, de modo que la candidata "efectiva" será Laura Borràs. Puigdemont, sin embargo, se reserva un papel protagonista en la campaña, que pretende llevar a cabo en el sur de Francia.
En cuanto a la situación judicial de Borràs, en JxCat consideran que la imputación en el Supremo es un valor añadido para la candidatura puesto que demuestra la persecución judicial contra el independentismo encarnada ahora en la ganadora de las primarias.
El Supremo investiga a Borràs por los cargos de fraude a la administración, malversación y falsedad documental por fragmentar una serie de contratos en los tiempos en que dirigía la "Institució de les Lletres Catalanes". En el momento en que sea elegida diputada su caso pasará al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Tanto Calvet como Borràs han subrayado al término del proceso que las primarias son el primer paso de un nuevo embate para conseguir la independencia.