El restituido major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, está de gira por los principales despachos policiales de España. En teoría se trata de visitas discretas y de carácter técnico, pero la discreción no impide que se hayan filtrado a los medios catalanes. Tras ser absuelto por la Audiencia Nacional en la causa por el golpe de Estado separatista seguida contra la cúpula policial autonómica y una vez devueltas sus funciones como jefe de los Mossos, Trapero se ha exhibido por la capital de España.
El major se reunió ayer por la tarde con el jefe operativo de la Guardia Civil, el general de división Félix Blázquez. La semana pasada, su interlocutor fue el director adjunto operativo del Instituto Armado, el teniente general Pablo Salas, quien asumió el mando operativo tras la renuncia del teniente general Laurentino Ceña al no estar de acuerdo con el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos.
Trapero también se pavoneó por las instalaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Cataluña, con cuyos jefes también mantuvo reuniones "cordiales". Los entusiastas del jefe de la policía regional catalana aseguran que Trapero pretende recomponer las dañadas relaciones con el resto de cuerpos policiales, muy tocadas a raíz de los problemas que puso el mismo Trapero al operativo contra el referéndum ilegal y la pasividad de los Mossos durante el golpe de Estado en episodios como el asedio a la comitiva judicial que registraba la consejería de Economía o la jornada del dicho referéndum.
La próxima semana Trapero tiene previsto reunirse con el director adjunto operativo de la Policía Nacional, el comisario José Ángel González. Las reuniones de Trapero se producen a pesar de que el consejero de Interior de la Generalidad catalana, el posconvergente Miquel Sàmper, reconociera de manera pública que el supuesto plan para detener a Puigdemont que Trapero utilizó como coartada en la Audiencia Nacional era una mera "estrategia de defensa".