Cuatro días después de enterrar el hacha de guerra, las espadas vuelven a estar en alto. En una nueva semana fatídica que comenzó con el acuerdo en la reunión de maitines de Moncloa sobre los desahucios, y la rectificación del presidente, Pedro Sánchez, sobre la exclusión de Pablo Iglesias de la comisión interministerial para los fondos europeos, el vicepresidente del Gobierno ha vuelto a tensionar las relaciones en el seno de la coalición.
A media mañana, Pablo Iglesias volvía a echar gasolina al fuego que algunos creían apagado al hacer un anuncio, en forma de imposición a Pedro Sánchez, de una fecha límite de quince días: "En los próximos días, espero que no tardemos más de dos semanas, el Gobierno presentará una medida para evitar los desahucios de las personas vulnerables. La Vicepresidencia segunda y el Ministerio de Transportes y Vivienda estamos trabajando muy intensamente para tener la lista cuanto antes".
Un trabajo intenso que se lleva produciendo desde el pasado lunes y en el que no ha participado precisamente el líder morado. Justo antes de hacer ese anuncio, Podemos se reunía con los responsables del Ministerio de Fomento, que aglutina las políticas de Vivienda, y cuyo máximo responsable es José Luis Ábalos, quien se enteró la semana pasada por la prensa de la enmienda que Podemos había pactado con ERC y Bildu sobre los desahucios y de la que no fue informado, pese a ser de su competencia y pese a que Iglesias recibió la orden de Pedro Sánchez de avisarle en la reunión semanal que mantienen en Moncloa.
Una reunión técnica en la que participaron los segundos espadas de Iglesias y Ábalos. Por parte de Podemos, Ione Belarra, número dos de Iglesias y secretaria de Estado para la Agenda 2030, quien salió al rescate de su jefe la semana pasada acusando a la ministra de Defensa, Margarita Robles, de hacer daño a la coalición y ser la ministra de los poderes que quieren un gobierno entre PP y Vox. Por parte de Ábalos, David Lucas, el secretario general de Vivienda.
El encuentro "técnico" concluyó de forma favorable para la cuota socialista. No así para Iglesias, quien tras el encuentro decidió dinamitar los puentes con un ultimátum que volvió a pillar por sorpresa a Ábalos por segunda vez en la misma semana, aunque esta vez intentara salir al paso con algo menos de sinceridad. Con disimulo, Ábalos evitó las preguntas de los periodistas en un acto en Madrid y echó balones fuera diciendo que "hay que armonizar un conjunto de medidas que nos comprometa al conjunto de administraciones y trabajar en la vivienda social". Palabras que articuló sin lograr esconder su sorpresa.
La misma incredulidad que reflejaban fuentes gubernamentales al conocer el ultimátum de Pablo Iglesias. El objetivo de Podemos es "tensionar" a la coalición de Gobierno para exprimir a Pedro Sánchez. Así lo reconocen las fuentes consultadas y así lo verbaliza el propio vicepresidente del Ejecutivo para quien "lógicamente en el Gobierno de coalición siempre va a haber tensiones". Pero "eso es una ventaja" ya que, a su juicio, "en los gobiernos de partido único han demostrado apartarse mucho de sus programas electorales".
Una idea transformada en argumentario interno, como bien demostró el portavoz parlamentario de Podemos en rueda de prensa en el Congreso poco después del anuncio de su jefe de filas. Pablo Echenique bendice las bondades de la coalición porque "lo extraño seria que no fuera así" y calificó de "positivo" la batalla interna de la coalición porque "cuando hemos tenido gobierno monocolor era relativamente sencillo que no cumpliéramos los acuerdos".
"Iglesias degrada la vicepresidencia"
Una ventaja para Iglesias que contrasta con la visión de la cuota socialista del Gobierno. Según fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital, "Iglesias se está equivocando" porque "está actuando como un socio de Gobierno en lugar de como parte de él" intentando seguir la estela de comparecencias de PNV, Bildu y ERC para vender sus logros ante su electorado.
El malestar del frente socialista gubernamental es notable. "Iglesias degrada la Vicepresidencia segunda del Gobierno" con la "obsesión de figurar ante su público" y esto, auguran, tendrá efectos en su intención de voto futura. Alertan en Moncloa de que "no es entendible su posición, ni para los suyos. Van a pegar un bajón".
Uno de los motivos que alegan estas fuentes es que Iglesias "se ha creído lo de la crisis de Gobierno y tiene miedo de que revisemos la coalición", lo cual "no va a ocurrir" salvo un movimiento en el Ministerio de Ciencia cuando la candidatura de Pedro Duque se haga con la dirección de la Agencia Espacial Europea. "No habrá más", auguran estas fuentes a LD, "pero Iglesias puede seguir haciendo el ridículo".