El ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha asegurado durante el careo judicial ante Jorge Fernández Díaz que tuvo conocimiento de la llamada operación Kitchen por boca del entonces ministro del Interior, es decir, del propio Fernández Díaz.
Martínez ha relatado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que Fernández Díaz le preguntó directamente si la Policía había captado como "confidente" al chófer de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, Sergio Ríos. El que fuera nº 2 de Interior ha insistido en que ni él, si su entonces jefe denominaban a este operativo operación Kitchen. También ha asegurado que habló sobre el asunto con el entonces director del CNI, Félix Sanz Roldán.
Además, ha señalado que decidió certificar ante notario los mensajes que le envío Fernández Díaz sobre este asunto, al verse "sólo" y abandonado por el Partido Popular. De hecho, se refería al líder del PP, Pablo Casado, que si no fue "capaz de cuidar a los que trabajaron bien para el partido, cómo va a cuidar a los españoles".
Fernández Díaz ha negado de forma contundente conocer el operativo y ha negado haber conversado por teléfono con Martínez sobre el chófer de los Bárcenas: "No hice esa llamada, nunca oí hablar de Kitchen". Por su parte, su exsubordinado le replicaba: "Me llamabas todos los días a cualquier hora, incluso los fines de semana".
Posteriormente, la tensión fue en aumento y Fernández Díaz negó la veracidad de los mensajes presentados ante notario por su subordinado: "Los mensajes están manipulados". Martínez le replicó: "¿Me estás acusando de cometer un delito?". Después el ex nº 2 de Interior le recordaba que en su agenda escribía "Cañizares" con K.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital apuntan que Fernández Díaz durante el careo había mostrado su intención de entregar su antiguo teléfono móvil para que se investigase si había almacenado los mensajes citados por Martínez y de hecho aportaba una pericial sobre el móvil. Sin embargo, al final del careo se negaba a entregarlo y el magistrado García Castellón decidía dictar un auto obligándole a entregar el dispositivo.
El que fuera ministro en el primer Gobierno de Mariano Rajoy y el ex secretario de Estado de Seguridad han comparecido como investigados en esta pieza separada del caso Villarejo, en la que se investiga la operación parapolicial que se orquestó a cuenta de los fondos reservados para presuntamente conseguir documentación comprometedora para el PP y que tenía en su poder el extesorero del partido.
Dado que sus declaraciones previas ante el juez, del mes de octubre, no coincidían, el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, acordó el careo para intentar esclarecer los hechos.
En su auto el magistrado explicaba que Martínez reconoció haber protocolizado por medio de notario los dos mensajes que se envió con Fernández Díaz y que obran en la causa. En su declaración dijo que uno reflejaba el encargo del ministro relacionado con el confidente y chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, y que el otro tenía relación con una petición del ministro, que quería que recabase información sobre cuestiones relacionadas con los delitos que se imputaban al extesorero del PP.
Para obtener esa información, dijo Martínez, el ministro le dio un contacto del CNI, y tras hablar con el director de los servicios de inteligencia supo que esa información no la manejaban. Ante el juez García-Castellón, el que fuera secretario de Estado de Seguridad afirmó que elevó esos mensajes al acta notarial porque quería poner de manifiesto cuál era su labor.