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Indignación entre los autónomos de Cataluña por la nefasta gestión de la Generalidad

Exigen la dimisión de los consejeros de Trabajo y Políticas Digitales por el fiasco de las ayudas de 2.000 euros.

Protesta de las escuelas de danza en Cataluña. | EFE

El caos propiciado por la incompetencia de las consejerías de Trabajo y Políticas Digitales ha generado una corriente de indignación entre los autónomos de Cataluña, que exigen más ayudas, otro sistema para acceder a ellas y la dimisión de los responsables del último fiasco. El consejero de Trabajo, Chakir El Homrani, de ERC, y el de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, de Junts per Catalunya (JxCat) son los señalados en esta última crisis de un gobierno catalán sin cabeza visible y en el que sus socios están en una indisimulada guerra preelectoral.

Trabajo anunció que destinaría 20 millones de euros para ayudar a unos diez mil autónomos con bajos ingresos y que tales ayudas se darían por orden de petición. Sin embargo, más de cien mil trabajadores por cuenta propia cumplían con los requisitos establecidos por la consejería de Trabajo. La web habilitada por la consejería de Políticas Digitales, la misma que está detrás de la iniciativa de crear una Nasa catalana, se colapsó ante la avalancha de peticiones y sólo un diez por ciento de los posibles beneficiarios logró gestionar la ayuda a través de la citada página.

La indignación de los autónomos provocó que la consejera portavoz, la posconvergente Meritxell Budó, pidiera perdón, pero no ha sido suficiente. Un grupo de trabajadores por cuenta propia se ha organizado ante la incompetencia del gobierno autónomo y ha lanzado un manifiesto en el que piden la dimisión de El Homrani y Puigneró. El texto cuenta ya con cuatro mil adhesiones.

Consideran que el sistema de la Generalidad "es injusto y degradante" y que es "una muestra más de la incompetencia del 'Govern'". Apuntan que además de las dimisiones de los consejeros implicados en el fiasco exigen una "distribución de las ayudas atendiendo a criterios redistributivos que pongan el énfasis en la necesidad y no en la ley de la selva". También creen que se deben aumentar las subvenciones y simplificar el procedimiento burocrático toda vez que la administración ya dispone de los datos económicos de los autónomos.

"Equipo interdepartamental"

La Generalidad ha decidido crear un "equipo interdepartamental" para gestionar de ahora en adelante las ayudas. El departamento de Vicepresidencia, que dirige quien en teoría es el presidente en funciones, el republicano Pere Aragonès, coordinará las consejerías de Trabajo y Políticas Digitales. En la práctica, El Homrani pierde más competencias tras haberle sido retiradas en abril pasado las relativas a las residencias de ancianos por su nuevamente nefasta gestión. También sale tocado el posconvergente Puigneró, a quien en ERC llaman "el Astronauta", incapaz de montar una página web que resista una avalancha de demandas. Y es que la chapuza de las ayudas a los autónomos venía precedida de otra página fallida, la que debía gestionar las subvenciones a la hostelería y los centros de estética.

El Homrani y Puigneró están en la cuerda floja, pero no es previsible ni que dimitan ni que sean cesados. La proximidad de las elecciones, el próximo 14 de febrero si no hay contratiempos, es su tabla de salvación.

Sin embargo, tanto uno como el otro son los símbolos de una administración que en la primera fase de la pandemia dijo que si Cataluña fuera independiente habría menos muertos y se gestionaría la situación mucho mejor, de una Generalidad capaz de gastarse 18 millones en una Nasa catalana y unos treinta en sostener una red de "embajadas" para difundir el odio a España pero a la que se le agotan las ayudas a los autónomos en dos días.

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