Dos de los tres acusados por los atentados de las Ramblas en Barcelona el 17 de agosto de 2017 han negado su participación en los hechos durante el juicio que ha comenzado este martes en la Audiencia Nacional. Los ataques terroristas perpetrados por la célula yihadista dejaron 16 fallecidos y cientos de heridos en las calles de Barcelona y Cambrils (Tarragona).
Los tres acusados se han negado a contestar a la Fiscalía y sólo han respondido las preguntas formuladas por su defensa. Se sientan en el banquillo Mohamed Houli Chemlal, superviviente de la explosión en el chalé de Alcanar (Tarragona); Driss Oukabir, a cuyo nombre se alquiló presuntamente la furgoneta utilizada en Las Ramblas; y Said Ben Iazza, quien según las acusaciones supuestamente prestó su documentación y su furgoneta isotérmica para comprar y transportar precursores explosivos.
Para los dos primeros la Fiscalía pide 41 y 36 años de prisión, respectivamente, por los delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de sustancias explosivas; y conspiración para el delito de estragos terroristas; y para el tercero 8 años de cárcel por colaboración con la célula.
Mohamed Houli Chemlal ha afirmado que se ratifica en todo lo dicho en instrucción y que está "arrepentido" por lo sucedido, "porque siempre ha declarado cuando se lo han solicitado, incluso de forma voluntaria".
Driss Oukabir ha afirmado que no era una persona "ni religiosa ni practicante" y ha negado haber tenido algún tipo de relación con el imán de Ripoll (Barcelona) Abdelbaki Es Satty, a quien se considera líder de la célula yihadista que atentó en agosto de 2017 y que falleció en la explosión de una vivienda en Alcanar (Tarragona) donde se preparaban los explosivos para atacar.
"Jamás he estado en Alcanar, ni conocía la existencia de Alcanar ni nada de esto", ha dicho. "No iba a la mezquita. Mi vida era la de aquí, salir de fiesta, era consumidor de droga, cocaína, hachís, ir con chicas de compañía", añadía.
Preguntado por su abogado si su marcha a Marruecos tenía algo que ver con su radicalización, Oukabir, que ha dicho que estuvo en "shock" al enterarse de los atentados, ha negado este extremo y ha explicado que se fue para "desconectar" porque tenía una orden de alejamiento hacia su pareja tras "una discusión muy fuerte".
La declaración del tercer acusado, Said Ben Iazza, ha sido más breve, ya que tan solo ha declarado ante el tribunal que conoce a los miembros de la célula yihadista porque eran "clientes" de su tienda, pero que en ningún momento le comentaron sus intenciones de atentar en Barcelona.
Asimismo, ha negado haber tenido algún contacto con el imán Abdelbaki Es Satty ni con Alcanar. Preguntado por su defensa que por qué prestó a Younes Abouyaqoub una furgoneta que era propiedad de su tío, ha explicado que le comentaron que querían "transportar productos de limpieza".
La célula yihadista de Ripoll (Girona) que en agosto de 2017 cometió los atentados de Cataluña tenían como primeros objetivos el Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona que iba a atacar el día 20 de ese mes, la Sagrada Familia de la capital catalana y la Torre Eiffel de París. Así lo ha testificado el mosso d'Esquadra que instruyó las diligencias de la investigación.
Las víctimas piden "prisión permanente revisable"
Tanto la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) como la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, ambas acusaciones populares, solicitan penas de prisión permanente revisable para dos de los tres presuntos miembros de la célula terrorista que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017.
A diferencia de Fiscalía, la AVT pide esta condena para Driss Oukabir y Mohamed Houli Chemlal por 15 asesinatos cometidos en el atropello de la Rambla de Barcelona y en el paseo marítimo de Cambrils. La Asociación 11M Afectados del Terrorismo también incluye los asesinatos en su escrito de conclusiones provisionales.
Por este delito, la AVT reclama para los dos acusados la máxima pena prevista, prisión permanente revisable. Es la primera vez que una acusación solicita esta condena en la Audiencia Nacional, ya que desde que se reformó el Código Penal en 2015 no se han producido, salvo el de los atentados de Barcelona y Cambrils, casos en los que se contemplen peticiones de este tipo.