Lo que habitualmente no pasa de ser un acto protocolario a nivel diplomático, se ha convertido en algo más que una pura anécdota a la llegada del rey Felipe VI a Bolivia para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente del país, Luis Arce.
Y es que el monarca, -que iba acompañado de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y del vicepresidente, Pablo Iglesias-, ha sido recibido en el aeropuerto por las autoridades locales con la interpretación de los himnos nacionales de Bolivia y España de una manera bastante defectuosa.
Peculiar "versión"
Ha sido en el momento de sonar los acordes de la Marcha Real española, cuando se ha producido el momento más sonrojante. La banda encargada de hacerlo, ha ejecutado una vergonzosa "versión" de la "Marcha de Granaderos" ante la atónita mirada de Su Majestad, el Rey.
Sorpresa de los asistentes
El resto de asistentes tampoco pudieron ocultar su sorpresa ante las peculiares notas que estaban sonando.