El viaje de este sábado supondrá dos hitos importantes para Pablo Iglesias desde que llegara al Palacio de la Moncloa. Será la primera vez que acompañe al Rey Felipe VI en un acto oficial – sí habían coincidido en actos en los que participa todo el gobierno, pero nunca antes le había acompañado oficialmente – y será la primera vez que represente al Gobierno de España en el extranjero. Junto a Iglesias viaja también la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, habitual en este tipo de viajes.
Durante su estancia en Bolivia, Iglesias acompañará al Rey en varios actos además de a la toma de posesión de Luis Arce que tendrá lugar el domingo a las 10.00 horas – 15.00 horas en la España peninsular – . Antes, estará presente en la reunión que este sábado por la tarde mantendrá Felipe VI con el presidente electo y después asistirá a un encuentro con representantes de la colectividad española en Bolivia. También está previsto que participe en las reuniones que el monarca tiene agendadas estos dos días con los presidentes de Colombia, Iván Duque, y de Argentina, Alberto Fernández.
Agenda al margen
Pero Pablo Iglesias no quiere quedarse simplemente con la agenda oficial y tiene previsto sacar el máximo partido a su visita a Bolivia, lo que ha generado algunos recelos en el sector socialista del gobierno. El vicepresidente segundo, en calidad de líder de Podemos, prepara también una reunión allí con Andrés Arauz, el candidato más cercano al expresidente Rafael Correa – condenado recientemente a ocho años de cárcel por corrupción – en las próximas elecciones de Ecuador.
No será la primera vez que ambos mandatarios se reúnan aunque sí será la primera ocasión en la que lo hagan cara a cara. En septiembre Iglesias ya mantuvo un encuentro telemático con Arauz que no estuvo exento de polémica ya que el Gobierno tuvo que aclarar que Iglesias acudió a la reunión en calidad de líder de Podemos y en ningún caso como vicepresidente segundo.
Será el primer viaje de Iglesias al extranjero pero la llegada a Bolivia de Felipe VI también supone que el Rey retome su agenda internacional, paralizada por la pandemia. Su último viaje oficial al extranjero fue el pasado 11 de marzo cuando participó en París en un acto con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. Una semana antes, viajó a la toma de posesión del presidente de Uruguay, Luis Lacalle.