El Mundo
"Merkel y Macron aplican su plan nacional y Sánchez se desentiende". Él pasa ya de todo. Que la gente se muere, que se muera, que los españoles se arruinan, que se arruinen. Yo sigo en Moncloa y me subo el sueldo. "El Gobierno duplica el gasto de sus 22 ministerios en plena pandemia". Ande yo caliente...
Se queja el editorial de la nueva bofetada del Gobierno a los madrileños. "Lo venían advirtiendo las administraciones madrileñas: se temían un trato presupuestario desigual que trasluciera el conflicto político alentado por Moncloa bajo coartada sanitaria. Sus sospechas se han cumplido. Toca pagar los peajes de la investidura. Así, Sánchez recompensará el favor de los separatistas regando Cataluña con 2.199 millones de euros en concepto de inversión. La cantidad supone una inyección un 66% mayor de la que se hará en Madrid, que sin embargo triplica la aportación al fondo de solidaridad que hace Cataluña. No hay recato alguno ni en el castigo a los madrileños ni en el premio a los nacionalistas. ¿Recato? Sánchez no tiene recato en nada, ni vergüenza, ni principios, ni moral, ni dignidad. ¿Se le puede pedir recato a un psicópata?
El País
"Los cierres de comunidades se extienden por toda España". Como no podía ser de otra manera, convierte a Madrid en la diana de sus dardos. "Ayuso rompe el acuerdo con Castilla y León y Castilla-La Mancha para cerrar Madrid hasta el 9 de noviembre". Lo cierto es que nos tienen a todos mareados entre unos y otros.
Muchos aspavientos en El País de hoy por la fiesta de Pedro J. "Escasa autoridad moral tienen los líderes políticos —del Gobierno, la oposición del PP y Ciudadanos, la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid— cuando participan en reuniones sociales masivas mientras están exigiendo a los ciudadanos justamente que no lo hagan". "Resulta chocante que representantes de los dos principales partidos, tan desacostumbrados al consenso, hayan coincidido en un error y una imprudencia a todas luces evidente. El ministro Salvador Illa se disculpó ayer en el Congreso por lo ocurrido y reconoció que se equivocó, lo que le honra". Lo que le hubiera honrado sería que hubiera presentado su dimisión inmediata.
También Luz Sánchez Mellado se lleva las manos a la cabeza. Nos cuenta que a ella la invitan a un montón de actos, pero se ve que Pedro J. no se acordó de ella.
"En qué burbuja hay que vivir, de qué opio hay que ir ciego para no ver que, en plena pandemia, cuando acabas de decretar el estado de alarma e instar al país a no juntarse salvo a remar en galeras, está feo quedar a brindar con tu tribu por mucha máscara que lleves. Pues nada. Solo se cayeron del Audi cuando les cayó la del pulpo en las redes". Mucha crítica sí, pero como estaba el gobierno, de pedir dimisiones ni hablamos.
ABC
"Madrid se resiste a unirse a la ola de confinamientos". El editorial flipa con el pirata de Moncloa. "La oferta y la demanda del mercado persa que el Ejecutivo ha montado con sus socios de legislatura se imponen al criterio de los "expertos" —ya sean sanitarios o económicos— que supuestamente avalan sus proyectos para combatir la pandemia y sus consecuencias. Todo es negociable, la salud pública, el PIB o, si se tercia, hasta la organización del Estado que consagra la Constitución, en almoneda en esa "mesa bilateral" de quita y pon con "los separatistas catalanes".
Girauta alerta sobre la ley de censura podemita. "El Gobierno hace saber que el odio será lo que ellos digan. Quien no comprenda esta necesidad de censura tiene un problema. Puede callarse. Pero, si no lo hace, cualquier cosa que diga será sometida a la prueba podemita del odio. Y será odio decir que no es odio lo que ellos digan que es odio. ¿Me siguen? Ni bromas ni leches. Odio es llamar, qué sé yo, marqueses de Galapagar a los líderes de un partido en el poder". Pues el matón de Galapagar va a tener que contratar pistoleros extra para callarnos.
La Razón
"Media España ya está cerrada". Dicen el editorial y Marhuenda que esto es un sindiós que refleja "el absoluto descontrol del Gobierno ante la pandemia". Vivimos en un estado sin control, un estado fallido. "Qué tiempos mas raros vivimos", dice filosófico Marhuenda. Y tan raros. "Costó mucho que España tuviera un régimen parlamentario con un control pleno de la actividad del gobierno". Pero llegó Sánchez y se lo cargó todo, así, de un plumazo. "Sánchez no tendría que estar preocupado por acudir al Congreso", para eso se le paga. No tenemos gobierno, la administración colapsada, la sanidad extenuada y el país arruinado. A esto nos ha llevado el gobierno socialcomunista mientras el presidente hace mutis por el foro.
Y algo de lo que pocos hablan. ¿Qué le pasa a Inés Arrimadas? ¿Esta chica está bien de la cabeza? Tomás Gómez se lo pone muy clarito. "El papelón de Arrimadas es tremendo, sigue afirmando que tiene la mano tendida al PSOE y, pese a que nadie del gobierno la ha llamado desde hace más de un mes, considera que sus exigencias han sido satisfechas. Sinceramente, lo de Ciudadanos entra en el terreno de lo bochornoso", un ridículo sin fin. "La líder naranja tiene un problema para comprender que Sánchez no quiere nada con ella". A ver Inés, ¿qué parte del mensaje de Sánchez no has comprendido? No te quiere, se ha ido con otra, deja de humillarte.