El separatismo no se cansa de dar ejemplos de su carácter xenófobo, supremacista y racista. El último episodio es el que sufren las empleadas de una panadería de la avenida Meridiana de Barcelona por no poder atender en catalán a los clientes. Las dependientas son de origen hispanoamericano y han llegado recientemente a Cataluña para trabajar. Sin embargo, están a punto de tirar la toalla por las amenazas, el acoso y los insultos de los que son objeto por parte de grupos organizados de separatistas que irrumpen en la panadería.
Algunas supuestas clientas les reprochan que no sepan hablar catalán, las conminan a aprender el idioma o irse de Cataluña, les dicen que esa es la única lengua que se habla en la región y les exigen el libro de reclamaciones, tal como se puede apreciar en el vídeo difundido por Hablamos Español. Hartas de la situación, las dependientas pidieron ayuda a los Mossos, que les dijeron que lo mejor que podían hacer era grabar a quienes les amenazaban e insultaban para así poder justificar la denuncia.
La panadería se halla en la Meridiana, a la altura de donde cada día un grupo de independentistas corta la circulación para exigir la libertad de los golpistas presos. Muy cerca también de donde dos mujeres de la plataforma Barcelona con la Selección sufrieron una brutal agresión por parte de independentistas por el delito de recoger firmas para que la selección española de fútbol pueda jugar en la capital catalana.
La entidad Hablamos Español ha anunciado que presentará una demanda penal por coacciones, acoso, odio y amenazas.